Takones altos… Día del amor…

Takones altos…

Día del amor…

Manuela

13/02/17

Somos putas y románticas.

Sandra, Trabajadora sexual.

El amor es una de las cosas que mueven al mundo. Muchas veces he escuchado que todas las historias hablan de amor. Muestras historias de amor son una lucha constante entre nuestro trabajo y una moral opresora.

El amor para nosotras significa muchas cosas. Significa cosas que muchas y muchos nos quieren negar solo por el hecho de trabajar en el sexo. Somos personas y también nos justa el amor romántico.

Nosotras somos en ejemplo de que el amor no es sexo y el seco no es amor. Algo que rompe con muchas de las cosas que se piensan desde lo que hemos aprendido en la casa, la iglesia y en el transcurso de la vida misma.

También nos tiemblan las piernas cuando conocemos a alguien que nos mueva el tapete. Los ojos se iluminan. La sonrisa aflora. Las manos sudan. La lengua remoja los labios en espera de ese beso que hace flotar. Pasamos la mano por el pelo tratando de acomodarlo detrás de la oreja. Los cachetes se nos ponen rojos. También nos enamoramos.

Uno de los significados para muchas de nosotras es, como muchas mujeres, dejar el trabajo para dedicarnos al hogar. Esto me parecía que solo nosotras lo pensábamos. Pero al conocer la historia de muchas mujeres me di cuenta que, no es cuestión de algún oficio en específico, sino de muchas mujeres.

Creo que todos hemos escuchado, ya sea por historias de vida cercanas o por las historias que vemos en la televisión o escuchamos en la radio, que mujeres de todas las profesiones han dejado su trabajo por ser señores de su casa. Pensé que solo pasaba con nosotras pero nos pasa a muchas, vemos en el amor una forma de cambiar de vida. Aunque después de algún tiempo hay que regresar. Es innegable que en estos tiempos los dos tienen que trabajar para salir adelante.

Así, el amor es una fantasía que no podía de dejar de ser importante para nosotras también.

“Canonicemos a las putas” dice Jaime Sabines. No, no creo que tengamos que ser santas o regresar al estado de virginidad para que nos respeten. No se claramente que quería decir él con eso. Solo hacemos nuestro trabajo. Si canonizamos a las putas también a las doctoras, a las abogadas, a las secretarias, a las recepcionistas, a las maestras, a todas las mujeres que tienen que salir a ganarse la vida.

Queremos que se nos respete, no queremos un trato especial.

En fin… ¿Vamos?

P.D.
El trabajo sexual no es trata de personas.