Columna Takones altos… Una época difícil

Columna Takones altos…
Una época difícil

Manuela
17/10/16

Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle, 16 de octubre de 2016.-

Estamos en un momento histórico en la recién creada Ciudad de México (CdMx). ¿Por qué? Bueno, la inserción del tema del trabajo sexual en la constituyente. Y esto ha despertado a las viejas/nuevas posturas abolicionistas. Neo-abolicionista las llama Marta Lamas.

Tere Ulloa con su grito y puño cerrado aseverando que todo es trata de personas. Y la señora que es la presidenta de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe y que lleva muchos años en la temática de la trata de personas, me pregunto: ¿Nunca se ha encontrado con personas que se dedican voluntariamente a ejercer el oficio de venta de sexo?

Ella es una, la otra cosa que me encontré fue al señor Carlos Marín en su columna “Asalto a la razón”, se expresaba contra la propuesta de incluir el trabajo sexual en la constituyente. Al inicio de la semana se encargó de expresar sus sentires, más que argumentados, moralistas respecto al trabajo sexual, bueno “prostitución” la llama él.

En estos días he aprendido mucho de lo poco que ha dicho, la señora Marta Lamas en diferentes espacios donde la han invitado. Por lo menos dos que son cruciales para entender(me) en el medio. La primera sobre el abolicionismo. Y es que antes esta posición se refería a que el Estado no controlaría el comercio sexual, principalmente con tarjetas sanitarias, o sea no obligando a mujeres a realizarse estudios para la detección de infecciones de trasmisión sexual. Por lo que ahora las llama neo-abolicionistas. Pues quieren erradicar el comercio sexual, a partir de su discurso que toooodooo es trata de persones.

La otra es que el término “prostitución”, sólo es el señalamiento de las personas que ofrecen el servicio, y como todo comercio tiene dos partes activas, el que busca el servicio y quien lo ofrece, por lo tanto hay que hablar de trabajo sexual para que con ello se hable de algo mucho más elaborado y darle importancia a aquellos, los clientes, que se mantenían al margen del comercio sexual. Bueno que además es un término que se ha cargado de una forma discriminatoria, principalmente para las mujeres, trabajen o no en el sexo.

Pero aun así, aunque después el señor Marín reconoció el trabajo hecho por la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, Marta Lamas, no se deja convencer de que existe una diferencia entre trata de personas y trabajo sexual.

Otro de los pensamientos más comunes, es ligarnos a las redes de delincuencia e incluirnos, a nosotras y nosotros, dentro del costal de lo está fuera de la ley. Por lo tanto, en lugar de respetar los derechos de las víctimas de trata de personas y el derecho que tenemos a dedicarnos a un oficio dentro del comercio sexual, nos criminalizan.

Un aplauso señores y señoras para ustedes que en lugar de compartir sus conocimientos en derechos humanos, nos imponen sus tutelas moralistas de rescate, cuando las circunstancias sociales, económicas, culturales, nos empujan a encontrar un empleo lo mejor remunerado posible y con tiempo suficiente para cumplir con las demandas de horas libres para las multi-actividades que realizamos en el hogar, como madres solteras o simplemente como mujeres.

La mirada sobre la esclavitud, señor Marín, no solo se da en el ambiente del comercio sexual, también se da en las grandes empresas donde se trata el empleado como un objeto. Yo me pregunto señor, si usted está en contra de la esclavitud, ¿por qué no pasa de una empresa de medios o una cooperativa de medios? Supongo que se le hará difícil.

Mientras tanto investigue y verá que es clara la diferencia entre el trabajo sexual y la trata de personas. Que con las nuevas formas de contratar a las personas en empresas “legales”, también se están inclinando a tener esclavos por “voluntad”, pues si no cumplen con horas extras sin paga, ya no de tiempo extra, sino de paga solamente, con la mano en la cintura son despedidos o despedidas. ¿Le suena?

Que en la sociedad se vea el trabajo sexual como una alternativa que muchas mujeres y hombres tienen al alcance, será un camino tortuoso y contra corriente de muchas miradas moralinas y moralizantes, sin embargo; nosotras seguimos en la calle y se olvidan de las de alcurnia, las que tienen un departamento, llegan en autos con olor a perfume caro, pero las pobrecitas somos nosotras las de la calle, las de la Meche, San Pablo, Tlalpan, Puente de Alvarado, y todas aquellas zonas donde manchamos sus miradas con nuestra presencia.

No olviden que una de las mejores aliadas en la trata de personas, en términos de explotación sexual, nosotras y nosotros, las y los trabajadores sexuales, somos sus grandes aliados. Tenemos derechos laborales mínimos. Tenemos derecho a que se nos tome en cuenta como personas adultas. Combatan la trata de personas sin llevarnos entre las patas a nosotras y nosotros. Porque si los responsables no son capaces de realizar buenas investigaciones, por lo menos deberían hacer caso a las indicaciones o denuncias que realizamos.

Y a nuestro favor tenemos una sentencia donde se reconoce al trabajo sexual como un trabajo no asalariado dentro de la CdMx. Con ello nos aventaremos con todo para aumentar nuestra visibilidad en la sociedad. Aunque sea una época difícil hoy, ¿cuándo no ha sido para las trabajadoras y trabajadores del sexo?

En fin… ¿Vamos?

PD.

El Trabajo sexual no es trata de personas.

El Condón no es una prueba jurídica de trata de personas, es un utensilio de salud.

Basta de la transfobia, homofobia, de machismo. ¡Nos está costando la vida!