Cuántas personas tienen que morir

Cooperativa de trabajadores sexuales Ángeles en búsqueda de la libertad SC de RL

Cuántas personas tienen que morir

La situación laboral de las trabajadoras sexuales en México empeoró con las leyes contra la trata de personas, que les trajo más extorsiones y criminalización, denunciaron en la marcha del 1 de mayo.

Krizna/ Taller de periodismo “Aquiles Baeza”
Fotos: Clayton Conn
http://desinformemonos.org/2013/05/cuantas-personas-tienen-que-morir

México, DF. “Sólo pedimos la libertad que como mexicanas tenemos para que podamos decidir si queremos vender sexo o no”, declaró Danna Flores, trabajadora sexual que junto con otras colegas de su oficio, salió a las calles de la Ciudad de México para reivindicar sus derechos en el Día Internacional de los Trabajadores.

Por octavo año consecutivo, alrededor de 300 trabajadoras sexuales del Distrito Federal y el Estado de México se dieron cita a las diez de la mañana en la calle de Corregidora y avenida Circunvalación para marchar y protestar, con dirección al Zócalo de la ciudad.

Las oradoras denunciaron a las autoridades del Distrito Federal y a los policías que las extorsionan; criticaron la Ley General en Materia de Trata de Personas, porque las criminaliza a ellas y a sus clientes. Jacqueline Aguirre, trabajadora sexual transgénero con más de ocho años de ejercer el oficio, declaró que el gobierno y la policía no las dejan trabajar: “nos acusan de rateras y secuestradoras, además de extorsionar al cliente amenazándolos con exhibirlos a los medios con un homosexual. Antes había más libertad, aunque con más operativos; nos llevaban por prostitución, ahora por secuestro”. La trabajadora evalúa que “como nosotras ganamos dinero, quieren ganar a nuestra costa. Dicen que están contra la trata, pero ellos son los tratantes. Somos víctimas pero del mismo gobierno, ya no podemos hacer nada, ya nos la metieron.”

Danna Flores, trabajadora sexual del Estado de México, con 12 años en esta labor, comentó que “ahorita el ambiente en la chamba está difícil”. Denunció al gobierno y a la policía estatal y federal de estar coludidos con el empresario Manual Cejadi para permitirle que se vendan narcóticos en el hotel Real del Puente. “Preferí retirarme del hotel y no trabajar ahí. El dos de diciembre, a Lucía Laura, nuestra compañera, la secuestraron y mataron de una forma brutal por denunciarlos. Mañana vamos a ratificar la denuncia. Antes estaba el PRD (Partido de la Revolución Democrática), ahora el PRI (Partido Revolucionario Institucional), y ya estamos hartas. Son la misma chingadera, todos se hacen el paro. Ahora la seguridad se vende a los empresarios”.

Danna Flores considera que “la Ley de Trata no aplica a todas y tergiversa nuestros derechos”. Agrega que no todas las personas que proporcionan servicios sexuales son víctimas o victimarias. “Ya basta, cuántas vidas, cuántas personas tienen qué morir. Sólo pedimos la libertad que como mexicanos tenemos para que podamos decidir si queremos vender sexo o no. Vamos a seguir en la lucha, pase lo que pase”, finaliza.

Alejandra, trabajadora sexual de 34 años, coincidió con sus compañeras en que las leyes están tratándolas como delincuentes, y a sus clientes también. Ella pide que se respeten sus derechos y su libertad de expresión, que haya más fuentes de trabajo. “No por ser trabajadores sexuales y mujeres, significa que no tenemos derecho. En algún momento, también las autoridades y los funcionarios nos solicitaron un servicio sexual”, señala.

Carmen Carrasco -de 64 años de edad y más de 25 años trabajando en la calle-, afirmó que todas tienen derecho a trabajar donde quieran, sin que la policía las estafe o robe por trabajar honestamente “para ganarnos el pan”.