Falleció el padre Héctor Tello Gutiérrez, “párroco de las prostitutas de la Merced”.
Por la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle, Ciudad de México, 10 de febrero de 2017.
Falleció el padre Héctor Tello Gutiérrez, quien fuera el cura de la Iglesia de la Soledad durante varias décadas, conocido popularmente como el párroco de las trabajadoras sexuales de La Merced, quien en el año 1997 acogiera a la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, “Elisa Martínez”, A.C., como parte de su pastoral social, dando en préstamo un espacio para que allí se constuyera el primer centro de atención de dicha organización, señaló Elvira Madrid Romero, activista contra la trata de personas desde hace más de 25 años.
Trabajadoras del sexo de la Merced, recuerdan cuando en los años ochentas, el párroco dejaba abiertas las puertas del edificio parroquial para que ellas pudieran ingresar libremente al recinto, cuando las autoridades delegacionales de la Venustiano Carranza y del Departamento del Distrito Federal, llevaban a cabo sus razzias para desalojarlas de la zona.
Ahora, muy poca gente recuerda cuando el padre Héctor Tello aportó elementos para que se reconociera al trabajo sexual plenamente en el Distrito Federal, ahora Ciudad de México, después de consultarlo con la Brigada Callejera, afirmaron integrantes de dicha asociación.
También se desconoce las llamadas de atención que su Decano le hizo por bautizar a trabajadoras sexuales adultas, que se encontraban, según sus críticos en pecado mortal y menos aún que los padrinos y madrinas de dichas mujeres, fueran “marxistas leninistas, comunistas y ateos” de la Brigada Callejera, según sus detractores de ese entonces.
Qué decir del traspatio de la Parroquia, utilizado para velar gratuitamente y con mucho cariño a las trabajadoras sexuales de la Merced, que morían generalmente asesinadas.
Con su autorización y beneplácito, se realizaron los dos primeros encuentros nacionales de la Red Mexicana de Trabajo sexual, patrocinada por la Brigada Callejera, así como innumerables talleres de capacitación de trabajadoras sexuales como promotoras de salud y defensoras de sus derechos humanos laborales.
Todavía, cuando es trasladado a Tepìto por sus superiores, ofreció un espacio para que su ex-pastoral social, tuviera otra otra vez un espacio digno dónde apoyar a las trabajadoras sexuales de la Merced.
Ahora, durante las guerras civiles de Nicaragua y El Salvador, el padre Héctor dio cobijo a mucha gente que venía huyendo de esos países, situación que en ese momento, lo metió en problemas serios con las autoridades de migración.
Familiares y fieles saldrán de la funeraria García López de Miguel Ángel de Quevedo, hacia la Parroquia de la Soledad donde hace varios años el padre Héctor Gutiérrez, conmemoró sus cincuenta años de sacerdocio, en donde ahora se oficiará una misa de cuerpo presente a las doce del día y de allí el cortejo fúnebre partirá hasta el Seminario Menor donde fue maestro de varias generaciones de sacerdotes arquidiocesanos.
Dicho Seminario se encuentra en la calle San Juan de Dios No. 222, Huipulco, donde sus restos permanecerán hasta el día de mañana.
El sepelio será en el Panteón de las Lomas en Tecamachalco, actualmente Jardín Guadalupano, donde el horario está por confirmarse.
Cabe señalar que el presbítero Héctor Tello Gutiérrez, mostró con su ejemplo la solidaridad con uno de los grupos más estigmatizados de la sociedad, sin victimizarlas y sin pretender erradicarlas de la faz de la tierra, a diferencia de otros y otras religiosas.
A diferencia del padre Héctor Tello, otros curas católicos se han sumado al objetivo de “limpiar las calles de la presencia de las sexoservidoras porque su presencia degrada la zona”, señaló una vecina de la calle de Corregidora, quien prefirió que se omitiera su nombre.
“En hora buena padre Héctor Tello, te nos adelantaste en el camino hacia la eternidad y tu ejemplo nos seguirá guiando en el camino de la dignificación de las trabajadoras sexuales”, indicó Jaime Montejo, coordinador de comunicación y prensa de la Brigada Callejera.
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