Financiamiento Público de las Organizaciones de la Sociedad Civil y de las Comunidades en la respuesta al VIH. La Experiencia en México

Foto de Rosa Icela Madrid de Noti-Calle

Financiamiento Público de las Organizaciones de la Sociedad Civil y de las Comunidades en la respuesta al VIH. La Experiencia en México.

Carlos García de León, consultor.

Mensaje transmitido por la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle, Tapachula, Chiapas, 26 de febrero de 2019.

El impacto de la epidemia del VIH ha obligado a la definición de metas concretas y al desarrollo de mejores estrategias para responder efectivamente a los retos que mundialmente se enfrentan; los compromisos adquiridos por México ante su ciudadanía y reflejados en compromisos internacionales tales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por la Organización de las Naciones Unidas desencadenan diversos mecanismos para alcanzarlos tales como, la Acción acelerada para poner fin a la epidemia del sida para el 2030 y que incluye a las metas regionales 90-90-90 . Derivan en compromisos y acciones que modifican el rol de los gobiernos, la sociedad civil y las comunidades para responder eficazmente a los retos que implica una epidemia, considerando las posibilidades y necesidades específicas de cada país, incluyendo lo relacionado al uso de financiamiento público.

Los recientes años han atestiguado el advenimiento de nuevos y mejores tratamientos para el control y el tratamiento del VIH; contamos con novedosas estrategias para la prevención de la transmisión del VIH; la prevención combinada incluye estrategias biomédicas: tales como la distribución de insumos de prevención, la realización de pruebas de detección del VIH y otras infecciones de transmisión sexual, la promoción del inicio temprano de tratamiento, la promoción de la adherencia a tratamientos, lo que permite el alcance de la indetectabilidad de la carga viral que no permite que la persona desarrolle sida y evita la transmisión del VIH, incluso si la persona no utiliza protección en sus relaciones sexuales ; el uso de profilaxis previa y posterior a la infección por VIH, con efectividad cercana al 100% (PrEP y PeP), estrategias estructurales, para por ejemplo, implementar proyectos preventivos y proveer servicios por parte de la sociedad civil organizada con recursos públicos (denominado como social contracting) y estrategias comportamentales, para promover cambios conductuales, tales como el uso adecuado y consistente de insumos de prevención por lo que es factible que logremos, finalmente, una generación libre de sida y que deje de ser un problema de salud pública.

El rol de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) es fundamental para alcanzar estas metas. Para lograr que sus demandas fueran atendidas adecuadamente y con base a las ventajas comparativas de las OSC para la prestación de servicios y la implementación de proyectos preventivos, las comunidades se conformaron en OSC, organizaciones de base comunitaria, redes, fundaciones, entre otros formatos de asociación que la legislación vigente permite en México.

Ventajas comparativas de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) con trabajo en VIH
 Están conformadas por las poblaciones afectadas
 Alcance de poblaciones de difícil acceso
 Experiencia en la implementación de estrategias y prestación de servicios dirigidos a poblaciones clave
 Experiencia en la implementación de estrategias y prestación de servicios a poblaciones que requieren atención prioritaria por su situación de vulnerabilidad
 Conocimiento y uso de las dinámicas, lenguajes y códigos de los sectores comunitarios
 Confianza y credibilidad por parte de las poblaciones con las que trabajan
 Sistemas comunitarios fortalecidos con habilidades y capacidades para la prestación de servicios y la implementación de proyectos

Definición de sostenibilidad del FM:
La capacidad de un programa o país para mantener y ampliar la cobertura de los servicios en el nivel que, en consonancia con el contexto epidemiológico, apoye los esfuerzos para eliminar las tres enfermedades, incluso después del cese del financiamiento por parte del FM y otros donantes.

El Fondo Mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, (FM) es la instancia pública-privada que aporta más recursos para países de ingresos medios y bajos para sus respuestas, promueve que los países cuenten con sistemas de salud resilientes y sostenibles (SSRS) y considera a las organizaciones comunitarias como parte de dichos sistemas de salud. El FM reconoce el liderazgo de México en la entrega de servicios y en la implementación de proyectos preventivos por las OSC con recursos públicos, basados en prevención combinada. El proceso cuenta con un sistema robusto (Sistema de Monitoreo de Acciones en Prevención - SMAP) para la asignación, monitoreo (presencial o a distancia) y la evaluación de los proyectos y servicios, lo que blinda al proceso de selección, implementación y evaluación de las OSC, del posible mal uso en el ejercicio de recursos públicos (incluye revisiones aleatorias, auditorías, tanto al Programa Nacional de VIH como a las propias OSC, el trabajo coordinado entre el programa nacional y los programas estatales en la materia).

Ejemplos de estrategias y servicios implementados por las OSC*

o Distribución de insumos de prevención (condones masculinos, lubricantes, entre otros) en diversas poblaciones, de difícil alcance o en contextos de riesgo
o Implementación de estrategias de reducción del daño a usuarios de drogas inyectadas
o Promoción de la atención de la salud sexual y la salud reproductiva
o Eliminación de barreras estructurales, tales como el estigma y la discriminación en servicios de salud
o Educación sexual y estrategias de cambios de comportamiento
o Promoción y detección del VIH y otras infecciones de transmisión sexual
o Inicio de tratamiento temprano y atención de infecciones de transmisión sexual
o Promoción de la adherencia a tratamiento para alcanzar la indetectabilidad de carga viral
o Uso de profilaxis previa y posterior a la infección por VIH
* FINANCIAMIENTO PÚBLICO DE LA SOCIEDAD CIVIL Y COMUNIDADES EN LA RESPUESTA AL VIH Y LA TB La experiencia en seis países de América Latina y El Caribe. Carlos García de León M, Centro Regional de asistencia técnica para Latinoamérica y El Caribe (CRAT) de Vía Libre. Agosto 2017, Lima, Perú.

El fomento a las actividades de la sociedad civil en México esta regulado por la Ley Federal de Fomento a las Actividades de la Sociedad Civil donde se reconoce el papel fundamental de las OSC en la implementación de políticas y programas públicos y se establece el compromiso de fomentar sus actividades, así como las formas y mecanismos para lograrlo.

Medir el impacto de las intervenciones realizadas por las OSC es costoso y complejo, dadas las dificultades técnicas de diferenciar estrategias ya que múltiples actores (gubernamentales, sociales, privados) participan en la respuesta y que los impactos se alcanzan en el largo plazo.

Sin embargo se han realizado distintos análisis y revisiones por parte de instancias nacionales, como el Instituto Nacional de Salud Pública, el Consorcio de Investigación sobre VIH, sida y Tb, CISIDAT, A.C. así como organizaciones internacionales apoyadas por el FM como APMG Health y el Centro Regional de asistencia técnica para Latinoamérica y El Caribe (CRAT) de Vía Libre, entre otros, para identificar y comprender los mecanismos que han facilitado el adecuado uso de esta estrategia de contratación con recursos públicos – social contracting, en México.

El programa de VIH mexicano inició esta estrategia en 2006, de entonces y hasta el 2018, México ha invertido un total de $777,129,511.00 (pesos mexicanos) lo que es una inversión modesta, en comparación del gasto en sida que cada año se realiza en México (aproximadamente $2,500,000,000.00 anuales solo en por parte de la Secretaría de Salud según revisión de la Medición de Gasto en Sida en México).

México requiere continuar y fortalecer la respuesta al VIH incluyendo el uso del financiamiento público para que las comunidades y las OSC implementen proyectos de prevención combinada y entreguen servicios en donde han demostrado tener ventaja comparativa con el gobierno.

De no hacerlo se corre el riesgo de no alcanzar las metas regionales y mundiales, perder el control sobre la epidemia; implica el no atender las recomendaciones internacionales, ni avanzar con base a lecciones aprendidas y prácticas óptimas, faltar al principio fundamental de involucramiento significativo de las personas afectadas en la respuesta (principio MIPA ) y perder entre 10 y 20 años de trabajo articulado entre el gobierno y las comunidades afectadas.

Poblaciones clave:
o Hombres que tienen sexo con otros hombres
o Hombres gays
o Trabajadoras y trabajadores sexuales
o Personas trans
o Personas privadas de su libertad

Poblaciones en situación de vulnerabilidad:
o Mujeres, amas de casa y niñas
o Mujeres embarazadas (Prevención de la transmisión materno infantil)
o Personas jóvenes
o Personas usuarias de sustancias
o Poblaciones móviles (migrantes, camioneros, etc.)
o Entre otras

Documentos relacionados:
1. https://www.gob.mx/censida/articulos/sistematizacion-de-experiencias-de-...
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Sobre el autor:
Es miembro del Consejo Directivo de:
o ICASO http://icaso.org/
o MPact Global Action https://mpactglobal.org/
o Red Regional GayLatino http://gay-latino.org/
o AVE de México https://avedemexico.org.mx/
Es miembro de la Delegación Comunitaria de la Junta de
Gobierno del Fondo Mundial contra el sida, la Tb y la Malaria: https://www.globalfundcommunitiesdelegation.org/
Es miembro de la Coalición Mexicana LGBTTTI+, fue Director de Prevención y Participación Social del Censida de 2009 a 2013 y es consultor para APMG Health, la Plataforma LAC, GATE Global Action for Trans Equity entre otras.