Informe latinoamericano de la GAATW sobre condiciones laborales de mujeres migrantes

Impresión de pantalla

Informe latinoamericano de la GAATW sobre condiciones laborales de mujeres migrantes

https://gaatw.org/publications/MWagainstViolence/Menuda_manera_de_ganarn...

Por la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle con información de la GAATW, Tapachula, Chiapas, 18 de diciembre de 2019.-

Hoy, 18 de diciembre, día internacional del migrante, el secretariado internacional de la Alianza Global contra la trata de Mujer, GAATW, por sus siglas en inglés, presenta públicamente un informe regional latinoamericano de la investigación acción participativa feminista (IAPF), sobre la violencia de género en el mundo del trabajo que afecta a mujeres migrantes externas e internas en Argentina, Brasil, Perú, Colombia, Guatemala y México.

El informe lleva como título “Qué manera de ganarse la vida: la violencia y el acoso que enfrentan las trabajadoras migrantes en Argentina, Brasil, Perú, Colombia, Guatemala y México” y la autora es la española Chus Álvarez.

Las organizaciones participantes en dicha investigación fueron Amumra de Argentina, Asbrad e Ibiss de Brasil, Corporación Espacios de Mujer y Sintrasedom de Colombia, Ecpat de Guatemala y Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” A.C. de México.

El informe regional incluye mujeres originarias de Paraguay, Bolivia, Argentina, Brasil, Perú, Haití, Colombia, Venezuela, Guatemala, México, Honduras, Nicaragua y Cuba, que son trabajadoras de casa particular, textiles, ambulantes, moda y trabajadoras sexuales.

Cada organización realizó un informe en particular:

“Mujeres de Paraguay, Bolivia y Perú trabajadoras de casa particular, textiles y ambulantes en Buenos Aires, Argentina”, elaborado por AMUMRA, Argentina.

“La industria de la moda en Sao Paulo”, producido por ASBRAD de Brazil.

“Trabajadoras haitianas en el sector de limpieza en Campo Grande, Mato Grosso do Sul, Brasil”, diseñado por IBISS de Brazil.

“Percepción y realidad de mujeres colombianas, venezolanas y españolas, trabajadoras migrantes de y hacia Colombia”, realizado por Corporación Espacios de Mujer de Colombia.

“Colombianas y Venezolanas en el sector del servicio doméstico”, trabajado por SINTRASEDOM de Colombia.

“Migrantes internas de Jalapa y Chimaltenango trabajando en sectores informales”, creado por ECPAT de Guatemala.

“Mujeres de Honduras, Guatemala, Nicaragua, Cuba y migrantes internas en el trabajo sexual, en México”, forjado por Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer "Elisa Martínez" de México.

“Venezolanas viviendo y trabajando en Lima, Perú”, concebido por CHS Alternativo de Perú.

Esta investigación tuvo como objetivo explorar la violencia de género en el mundo del trabajo desde la perspectiva de las trabajadoras migrantes.

Las 172 mujeres entrevistadas por ocho organizaciones de la sociedad civil latinoamericana informaron haber experimentado un espectro de violencia y discriminación, a través de dinámicas creadas por sociedades y familias patriarcales, racismo y xenofobia y una economía capitalista neoliberal arraigada. Esto está creando una "nueva normalidad" de precariedad permanente a través de la falta de cobertura social, salarios de pobreza, condiciones laborales de explotación e inseguridad laboral.

Hallazgos principales:

Coerción económica

La posibilidad de estar desempleado y no poder mantener a las familias, pagar la educación, la atención médica, la alimentación y la vivienda fue la razón principal por la cual los participantes soportaron las situaciones que describieron. Al hablar y protestar, los despedirían y se les retendría el pago, y la mayoría sintió que "es mejor quedarse callado".

La carga de cuidados de género empuja a las mujeres a la migración precaria y al trabajo. Las mujeres migrantes son responsables de la atención física, emocional y financiera y el apoyo de sus familias. Esta triple carga los empuja a aceptar trabajos mal pagados y a trabajar en condiciones de explotación.

La discriminación interseccional que enfrentan las mujeres migrantes al acceder a los servicios amplifica esta tendencia y las obliga a tolerar todo tipo de violencia.

Las trabajadoras sexuales fueron el único grupo de trabajadoras que denunciaron violencia extrema por parte de vecinos, iglesias y periodistas. Describieron un incidente en el que un grupo de vecinos se enfrentó a trabajadoras sexuales en la calle, les arrancó la ropa, los azotó con palos y finalmente los empujó a un río y amenazó con quemarlos vivos.

Violencia y acoso sexual: el acoso sexual se usa como una forma de abuso de poder y control durante todo el ciclo de trabajo (contratación, permanencia, ascenso): 'el empleador me dijo que era demasiado joven para ese trabajo, pero que podía ayudarme si pudiera "portarme bien" con él. [...] para que me diera el trabajo, tuve que acostarme con él".

Múltiples e intersecantes formas de discriminación: la discriminación y la violencia experimentadas por las mujeres migrantes variaron según la raza, la nacionalidad y el sector laboral, mientras que las mujeres también fueron objeto de estereotipos racistas y sexistas.

• Las mujeres colombianas negras que buscaban trabajo doméstico les dijeron a los investigadores que regularmente les dirían que un trabajo ya no estaba disponible una vez que un reclutador o empleador vio que eran negras o que les dijeran "este trabajo no es para mujeres negras".

• En Brasil, las mujeres bolivianas escucharon que están muy lejos de los estándares de belleza de la sociedad brasileña. "Siempre me dicen: eres la mujer más fea del mundo". Las mujeres venezolanas estaban sujetas a los estereotipos de hiper-sexualidad y promiscuidad en Perú y Colombia: ‘Querían que me vistiera y fuera" sugerente "con los clientes para vender más; "Coqueteo comercial" lo llamaron ".

• Las trabajadoras sexuales enfrentan situaciones particulares de violencia que comienzan con la criminalización de su trabajo, la amenaza de quitarles a sus hijos y los exámenes médicos obligatorios y las pruebas de embarazo.

Sin justicia: la mayoría de los casos de violaciones de los derechos laborales no se denuncian por temor fundado de despido o represalias o por falta de credibilidad en las instituciones responsables de garantizar el cumplimiento de la legislación laboral.

La discriminación en el acceso a los servicios públicos agrava el impacto de la discriminación y la violencia: los participantes mencionaron un trato diferente hacia ellos en comparación con el recibido por los trabajadores nacionales, y el desprecio de las instituciones públicas, sus empleadores y la sociedad en general por ser extranjeros o por ignorar los códigos culturales.

Violencia estatal: la violencia institucional ejercida por funcionarios públicos era común entre los trabajadores del sector informal:

• Los vendedores ambulantes en Argentina informaron situaciones de abuso físico, agresión verbal y retirada de mercancías por parte de la policía.

• Además de las agresiones físicas y verbales por parte de funcionarios públicos, las trabajadoras sexuales en México enfrentan amenazas, violaciones en grupo, falsas acusaciones y extorsiones.

Un ciclo de explotación

Muchos de los trabajadores han permanecido en un ciclo de explotación durante su proceso de migración. Las estructuras económicas y sociales operan de tal manera que la primera opción laboral encontrada por las mujeres migrantes es dentro de los trabajos feminizados, donde la precariedad y la informalidad son la regla. El endeudamiento se ha vuelto sistémico, donde la necesidad económica hace que la relación laboral se convierta en una relación prestamista-deudor.

Romper el ciclo

Los resultados de la investigación son evidencia de que la explotación y las violaciones de los derechos laborales no son una aberración de nuestro sistema económico, sino que están integradas en el paradigma económico neoliberal y patriarcal, y romper el ciclo de explotación requiere un enfoque transformador feminista y centrado en los trabajadores.

Noti-Calle es un servicio de Noticias de la Brigada Callejera desde el año 1996.

Brigada Callejera, es una organización de base comunitaria con 30 años de experiencia en la defensa de trabajadoras sexuales, en la prevención y detección del VIH e ITS y en la movilización comunitaria ante la trata de personas, abusos de autoridad y violencia hacia las mujeres.

Brigada Callejera, forma parte del Consejo Ciudadano de VIH e ITS de la Ciudad de México y de la Alianza Global contra la trata de Mujeres, GAATW, por sus siglas en inglés