Los reclutados por el crimen, una realidad (Parte 1)

Los reclutados por el crimen, una realidad (Parte 1)

Por: Santos Mondragón Fuente: Noticieros Televisa 13. Abr. 2015

http://noticieros.televisa.com/mexico/1504/reclutados-crimen-realidad-pa...
Ver video al finalizar el texto en la liga de internet.

Muchos jóvenes están siendo reclutados a la fuerza por el crimen organizado para tareas delictivas. Los criminales utilizan a su familia para presionarlos

CIUDAD DE MÉXICO, México, abr. 13, 2015.- No es una leyenda urbana, no es un mito, es una realidad de nuestro tiempo y hay que decirlo, denunciarlo como es: organizaciones criminales se están llevando a jóvenes por la fuerza para entrenarlos y obligarlos a realizar actos delictivos.

"Es un reclutamiento forzoso, los ponen a vigilar como halcones que le llaman ellos, vigilan a la Policía Municipal, estatal, movimientos de soldados y movimientos de otros cárteles, de otros grupos contrarios", comenta Jaime Alberto Montejo, de la Brigada Callejera Apoyo a la Mujer Elisa Martínez A.C.

Se desconoce la cifra de cuántos jóvenes, varones y mujeres, que son reportados como desaparecidos, se encuentran en una situación de reclutamiento forzado.

"Los amenazan con matar a sus familiares o también a ellos mismos. Los someten a muchos maltratos para que aprendan también a tener tolerancia al dolor y les dan capacitación criminal a estos jóvenes", explica Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organización Alto al Secuestro.

Juan Eduardo Olivares Rodríguez tenía 22 años de edad cuando se lo llevó el crimen organizado.

Es una recopilación de videos obtenidos de la administración de la Central de Autobuses de Tampico, Tamaulipas.

Es el uno de septiembre de 2011, último día en que fue visto con vida.

"Nosotros, a través de la investigación en la Central Camionera pedimos esa información, al principio se nos negó", dice Jaime Olivares Cruz, padre de Juan Eduardo.

Ese día, Juan Eduardo llegó a la Central de Autobuses de Tampico a bordo de esta camioneta.

Se despidió, tomó su equipaje e ingresó a la terminal. Eran las 12 del día con 17 minutos.

De inmediato se dirigió a la fila donde compraría un boleto con rumbo a Veracruz.

Esta cámara, instalada junto a la ventanilla, registró el momento en que Juan Eduardo selecciona el asiento del autobús.

Con boleto en mano se dirigió hacía el filtro de seguridad para ingresar al andén asignado para abordar.

A las 12 del día con 48 minutos, el joven es ubicado en la fila para colocar su equipaje en el compartimento del autobús.

"Él está a punto de abordar el autobús para regresar a nuestro domicilio y de ahí se lo llevan", comenta Jaime Olivares.

Mientras Juan Eduardo esperaba su turno, dos sujetos a bordo de un vehículo color negro llegan al estacionamiento de la Central de Autobuses de Tampico.

De inmediato descienden y se dirigen al interior de la terminal.

Se dirigen al andén, pasan el filtro de seguridad, el vigilante no les pide el pase de abordar, obligatorio para tener acceso al autobús.

Los sujetos llegan hasta donde se encuentra Juan Eduardo. El de playera blanca comienza a discutir con él, intentan tomarlo del brazo, los pasajeros se dan cuenta del incidente, ambos sujetos toman el equipaje del joven y se lo llevan a la fuerza.

"Tenemos otros compañeros víctimas que también se los han llevado a la fuerza", afirma el padre de Juan Eduardo.

Los dos sujetos llevan a Juan Eduardo sometido de forma discreta.

Salen de la terminal, ambos sujetos llevan al joven sometido de la cintura y hombro.

Llegan hasta el auto color negro, Juan Eduardo es obligado a subir a la parte trasera.

El sujeto de playera blanca coloca el equipaje del joven en la cajuela y toma el volante para salir del estacionamiento.

La investigación de la familia Olivares Rodríguez reveló que su hijo fue reclutado a la fuerza por un cártel de las drogas que opera en Tamaulipas.

"Por lo que yo he investigado, de cómo los hacen, como los quiebran, como les quiebran el estado psicológico, emocional de todo, que ellos no tienen más que servir a su jefe", asegura Jaime Olivares.

A cuatro años de que se llevaron a Juan Eduardo, sus padres no han perdido la esperanza de recuperarlo.

"Lo que yo le diría es que desde el primer día que no tengo contacto con él lo he buscado las 24 horas del día. No he descansado durante cuatro años", subraya

La mayoría de los casos documentados de reclutamientos forzados se han registrado en el norte del país.

Éste es un caso ocurrido en Monterrey, Nuevo León, el 10 de octubre de 2014.

"Hay chico que estudió para chef, se fue a un hotel que tenía restaurante de lujo a trabajar y corrió con mala suerte que el primer día que hizo sus primeros platillos llegó el jefe de una plaza de un cártel, le gustó su comida y se lo llevaron", afirma Jaime Alberto, de la Brigada Callejera Apoyo a la Mujer Elisa Martínez A.C.

La familia del joven está amenazada, dicen que no han denunciado el caso para no poner en riesgo la vida de su hijo.

"La familia tiene ubicado dónde lo tienen. Cada fin de semana a donde lo llevan a comprar la carne, la comida pero, no han podido hacer absolutamente nada", señala Jaime Alberto.

La noche del 25 de agosto de 2012, Josué Sayem Robles Peralta salió de su domicilio, ubicado en Chimalpa, Estado de México.

Le dijo a su madre que no tardaría.

En este video, obtenido por la familia, se observa al conductor de una camioneta color blanca estacionarse sobre la avenida Adolfo López Mateos, a una calle de la casa de Josué.

Minutos después, el joven es ubicado cuando se acerca al vehículo, pasa a un costado del conductor y sigue de frente.

Casi de inmediato la camioneta avanza hacia donde se encuentra el joven y ambos desaparecen.

Han pasado tres años.

"Lo han visto, creemos que tal vez está amenazado, a esas personas les diría que gracias, porque no le han hecho daño a mi hijo, a mi hijo que Dios me lo siga guardando, que él sabe que estamos orando", dice María Angélica Peralta.

Asociaciones no gubernamentales aseguran que el primer paso para enfrentar este fenómeno es prevenir.

"Los padres tienen que hablar con los hijos para hacerles consciente de este problema, denunciar ante la autoridad", señala Isabel Miranda de Wallace.