Madres centroamericanas recorren La Merced con las fotos de sus desaparecidos

Foto Ricardo Guerrero de Noti-Calle.

Madres centroamericanas recorren La Merced con las fotos de sus desaparecidos

MATHIEU TOURLIERE
9 DE DICIEMBRE DE 2015
REPORTAJE ESPECIAL

Madres en busca de sus hijos en La Merced.
http://www.proceso.com.mx/?p=423089

MÉXICO, DF (apro).- En su quinto día de estancia en la capital mexicana, las mujeres que participan en la XI Caravana de Madres Migrantes Centroamericanas se trasladaron al barrio de La Merced, en el centro de la ciudad, para mostrar a trabajadoras sexuales de la zona imágenes de sus hijas e hijos desaparecidos en su tránsito por México.

En entrevista con Apro, Rubén Figueroa, integrante del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM) que organiza la caravana, explicó que muchas de las personas desaparecidas son víctimas de trata, a quienes enganchan en sus países de origen o las secuestran durante el viaje “con fines de explotación sexual”.

De acuerdo con Jaime Montejo, de la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”, en la Ciudad de México laboran entre 3 mil y 7 mil trabajadoras sexuales cada día, con variaciones según la hora y el lugar.

“En las calles de La Merced, Tlalpan, Sullivan o Puente de Alvarado no debe haber más de 10 mujeres migrantes, pero habría que ver en Iztapalapa, en la (delegación) Gustavo A. Madero, en los bares y en otros puntos” y añadió que el trabajo de campo se ha hecho más difícil porque “el tema de trabajo sexual está ocupado por el narcotráfico”.

La caravana de madres (aproximadamente 40) salió esta mañana del Zócalo capitalino y recorrió las calles pavimentadas de Corregidora y Venustiano Carranza lanzando consignas: “Hijo, escucha, tu madre está en la lucha”, “¿Dónde están, dónde están nuestros hijos, dónde están?”.

Ataviadas con gorras blancas, al llegar a Anillo de Circunvalación las madres atrajeron la mirada de cientos de personas, entre ellos vendedores ambulantes, taxistas, “diableros” y trabajadoras sexuales, y luego dieron vuelta en la calle Corregidora y entraron a un edificio alto, donde la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” tiene su oficina.

En la azotea del lugar colocaron las fotografías de decenas de migrantes desaparecidos en México, para que las trabajadoras sexuales indicaran si reconocían a alguno, pero a varias de ellas las intimidó la presencia de representantes de las televisoras y dieron media vuelta.

Algunas otras superaron el miedo y se cubrieron el rostro con sus chamarras para observar detenidamente las fotografías, e incluso algunas platicaron con las madres.

A varias de las trabajadoras sexuales les parecieron familiares cinco de los rostros. “Reconocieron su fisonomía, no su nacionalidad ni su nombre, pero un poco el rastro. La idea es seguir la pista a través de ellas”, indicó Figueroa al precisar que las mujeres víctimas de trata generalmente laboran con una identidad apócrifa.

La actividad hubiera tenido mayor éxito sin tantos medios, lamentó Elvira Madrid Romero, presidenta de Brigada Callejera.

“A veces los medios de comunicación les faltan al respeto cuando las exhiben así. Esta población está muy estigmatizada, muy vulnerable, porque todo el tiempo las joden. Eso ha ocasionado que unas se quiten la vida por los señalamientos y a otras el DIF les quita sus hijos”, explicó.

La esquina es de quien la trabaja

Desde 1993, Brigada Callejera brinda servicios médicos a las trabajadoras sexuales de la Ciudad de México y de otras partes del país, pero también las mantiene informadas sobre las enfermedades de transmisión sexual y el uso del condón, así como la lucha contra la trata de personas y la explotación sexual, y defiende sus derechos humanos. Su lema: “La esquina es de quien la trabaja”.

Las coloridas paredes de la pequeña oficina ubicada en el segundo piso del número 115 de la calle Corregidora están tapizadas de carteles que alientan el uso del condón y advierten sobre el VIH. También cuelgan decenas de reconocimientos por la labor que desempeña en pro de la salud, y varias fotografías del subcomandante Marcos.

“De cada trabajadora, una promotora de salud”, indica un póster. “La escuela nos hace libre”, dice otro.

“En cada poste hay una chica, no sé si vieron, pero como llegamos en masa corrieron a esconderse. Esto es un territorio peligroso, y sólo con (los integrantes de la Brigada) nos atrevimos a entrar. A ellos los han madreado muchas veces”, aseveró uno de los participantes en la marcha de las madres centroamericanas.

Y Elvira Madrid Romero indicó que integrantes de la Brigada recorrerán las calles para localizar a las mujeres de las fotografías. “Es un riesgo para nosotros y para las compañeras que van a apoyar. De verdad nos han matado tantas compañeras que nos tenemos que cuidar mucho”, explicó.

La directora de la Brigada Callejera alentó a las madres a seguir buscando sus hijos, y recordó que en alguna ocasión encontraron a una mujer de la que su familia no tuvo noticias durante cinco años. “La chica nos dijo: ‘Mi mamá nunca se cansó de buscarme’”, subrayó.

Luego soltó: “Exijan a sus gobiernos, porque ellos son los culpables de que toda la gente salga. Exijan al cónsul de Honduras (en Tapachula). Le importa un camote su gente. Ni siquiera pide las actas de nacimiento (…) Hemos encontrado tantos cuerpos, seguro muchos son de migrantes. No se cansen y exijan a sus gobiernos y a mi gobierno, que es igual de corrupto”.

En su última etapa, la XI Caravana de Madres Migrantes Centroamericanas realizará una parada en Tapachula, Chiapas, donde también se reunirán con trabajadoras sexuales.