Presentación del Informe México 2018 de la GAATW en Xochitlanezi, Iztapalapa, Ciudad de México
Un aporte de trabajadoras sexuales a la lucha contra la trata de personas y el abuso de autoridad
Por la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle, Ciudad de México, 21 de enero de 2019.-
El domingo pasado, activistas de Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” A.C., presentaron el Informe México 2018 de la GAATW en Xochitlanezi, organización del movimiento urbano popular de la alcaldía de Iztapalapa, Ciudad de México (CDMX)que realizado intervenciones comunitarias ante casos de feminicidios, desaparición de mujeres y trata de personas.
En el auditorio de la comunidad, se congregaron 80 hombres y mujeres de diferentes edades y comisiones comunitarias para escuchar los aportes de trabajadoras sexuales de 7 países a la lucha contra la trata de personas, los abusos hacia dicho sector y a la construcción de su propia autonomía.
Antes de iniciar la presentación del Informe, se entregaron gratuitamente ejemplares del libro a las personas presentes y se les pidió que llenaran una lista de asistencia para acreditar su entrega.
A las 10 de la mañana, el auditorio de la comunidad ya estaba prácticamente lleno, por lo que se procedió a integrar el presídium con mujeres integrantes de Xochitlanezi y Brigada Callejera.
Una de las integrantes de Xochitlanezi, Alma Sandoval, comentó que había que reconfigurar cómo entendemos la trata de personas, para dignificar al trabajo sexual y no caer en confusiones.
Viridiana Contreras, otra participante de la comunidad, indicó que hay que visibilizar a las trabajadoras sexuales, no borrarlas ni criminalizarlas.
Elvira Madrid Romero, presidenta de la Brigada Callejera habló sobre el aporte específico de cada una de las organizaciones de los otros 6 países que participaron en la investigación de la Alianza Global Contra la Trata de Mujeres, the Global Alliance Against Traffic in Women, GAATW por sus siglas en inglés.
Aportes que van desde facilitar condiciones para la organización autónoma de las trabajadoras sexuales, contactar a quien lo requiera con programas de empleo del gobierno, ayudar a tramitar documentos migratorios, clases de inglés, servicios de salud como pruebas rápidas de VIH e ITS con consejería, entrega de condones, colaboración con grupos LGBTTTI, feministas en menor escala, de vivienda, de migrantes, diálogo con dueños de los lugares donde laboran, hasta la formación de comités comunitarios para resolución de conflictos en la India y obtención del reconocimiento legal como trabajadoras no asalariadas como es el caso de México.
Elvira retomó las recomendaciones hechas al gobierno mexicano y organizaciones sociales en torno a derogar las disposiciones sobre perdida de la patria potestad a madres trabajadoras sexuales, contempladas en varios códigos civiles o de lo familiar en México; dejar de usar los condones como prueba de trata de personas; implementar medidas de protección específicas a trabajadoras sexuales en ciudades donde haya declaratorias de violencia de género; usar indicadores de trata de personas elaborados con trabajadoras sexuales para identificarlas sin violentar derechos humanos; así como reconocer jurídicamente los derechos laborales de este sector, entre otras más.
Jaime Montejo, integrante de la Brigada Callejera, refirió que el discurso dominante de la trata de personas, invisibiliza a la lucha de clases y reduce la respuesta hegemónica solamente a la represión de un delito grave y no a una violación de derechos humanos.
Jaime Montejo platicó que todos los esclavos y esclavas de todos los tiempos se han organizado entre sí, han hecho revoluciones y levantamiento populares para librarse de esa condición y en este momento personas ajenas a su condición de clase media o burguesas, predicadores, diputados e empresarios, pretenden rescatarles de la trata, cortándoles las alas y negando la posibilidad de que las mujeres que son tratadas se organicen con trabajadoras sexuales para liberarse de la opresión.
“Así como sólo el pueblo salva al pueblo, sólo las trabajadoras sexuales organizadas desde abajo, pueden rescatar a sus compañeras de diferentes abusos como la trata de personas, sin perjudicarlas y siempre contando con la participación activa de las mujeres afectadas y con su consentimiento”, concluyó Montejo.
Martha, integrante de Xochitlanezi, señaló que las trabajadoras sexuales están luchando por sus derechos y el informe presentado, es una muestra de ello.
Jimena, otra mujer de la comunidad, relató que “Es interesante la forma en que se acompaña a las trabajadoras sexuales. Me parece bueno que como mujeres nos acompañemos. Yo en lo personal juzgaba sin saber que hay detrás del trabajo sexual. Ahora lejos de criticarnos, debemos apoyarnos”.
Julio, adolescente del rumbo, compartió su opinión: “Creo que las trabajadoras sexuales son mujeres que lo hacen por necesidad y no por otras razones”.
Melisa, ama de casa de la organización anfitriona, reveló que “las trabajadoras sexuales que ayudan a otras trabajadoras sexuales a concientizarlas que no están solas y que pueden salir de la trata. Algunas son explotadas y otras lo hacen porque no encuentran otra salida que ese trabajo”.
“Mi opinión ha ido cambiando con el tiempo. No sabía qué significa ser trabajadora sexual. Me queda claro que no son víctimas de trata. Hay quienes ven ese oficio como algo deshonesto, pero es una trabajo digno porque buscan el bien de su familia y el suyo. Tal vez la gente lo ve mal porque no sabe nada sobre el trabajo sexual. Hay riesgos en el trabajo sexual, pero también en la calle, en la calle y en otros trabajos”, estableció Ana, estudiante de la comunidad.
Xóchitl, ama de casa de la organización territorial en donde se realizó la presentación del libro, ilustró a los presentes diciendo que “Es importante la labor que busca rescatar a otras mujeres, unirse, dignificar y buscar ese respeto ya que las demás nos olvidamos que las trabajadoras sexuales tienen sueños y proyectos, que luchan por una vida mejor. Qué mejor forma de ayudarlas, que ver su trabajo con respeto, que laboran para ellas mismas. Debemos apoyar esos movimientos, para que puedan alcanzar sus metas, para dignificar su labor”.
Juan, otro adolescente de la comunidad estableció que “Hay que adoptar otra perspectiva hacia las trabajadoras sexuales. La gente trata de satanizarlas. Hay que ver que factores determinan que una persona ser víctima de trata, sus características físicas, psicológicas y sociales como lo vimos con el semáforo de alerta que se incluyó en el libro”.
Al finalizar la sesión de preguntas y respuestas de la presentación del libro, Josefina, Mónica, Florentina, Monserrat, Geovanna, Rosario Y julia, integrantes de la comisión de identidad de Xochitlanezi, entregó la primera bandera elaborada a mano y en colectivo por integrantes de la comunidad a Elvira y a una de las trabajadoras sexuales que participan como promotoras de salud de la Brigada Callejera.
A continuación, varias mujeres leyeron un pronunciamiento de la comunidad Xochitlanezi de Iztapalapa donde expresan que se están organizando para combatir la hidra capitalista como trabajadores, comerciantes y mujeres, tarea muy difícil y ardua, estableciendo que la demanda principal que les une es la vivienda, donde tengan una vida digna y de calidad y también salud, educación y la atención de otras necesidades.
Las lectoras del documento explican que el eje de su resistencia es la construcción de autonomía, caminando junto a los zapatistas del EZLN y otras organizaciones.
La tercera edición del Informe México 2018 de la GAATW, patrocinada por la embajada de Australia, está disponible en la siguiente liga:
https://es.calameo.com/read/000137394f99613429c29
Brigada Callejera es una organización con 30 años de trayectoria en la defensa de trabajadoras sexuales y víctimas de trata o de abuso de autoridad y forma parte de la Alianza Global Contra la Trata de Mujeres, GAATW, por sus siglas en inglés.
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