“Ninguna está obligada a trabajar en estos bares”: testigo de operativo anti trata en Tapachula
En Chiapas, el linchamiento mediático justificó la mano dura hacia los bares y cantinas, lo que trajo consigo el cierre de oportunidades de trabajo para muchas mujeres mexicanas y migrantes, que se ganaban la vida como meseras, bailarinas, cocineras y trabajadoras sexuales.
Por Jaime Montejo y Elvira Madrid Romero, de la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle. Transmitido por "Desinformémonos".
Tapachula, Chiapas. “No es bonito trabajar la cerveza, ni ir al bar, pero los patrones nos dan oportunidad de ganarnos la vida. Después del operativo contra la trata de personas ya estamos con miedo de que nos pase algo. En Mazatán teníamos dónde dormir, tres comidas al día y como ya cerraron los negocios, me tocó irme a la calle. Ahora las mujeres trabajan de manera clandestina, con más peligros”, sostiene una migrante hondureña.
El 24 de octubre del año en curso la Fiscalía Especializada en Atención a los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos de la Procuraduría General de Justicia del estado de Chiapas (PGJE), “acuerpada” por elementos de la policía federal y municipal de Tapachula, Chiapas, llevó a cabo un operativo policíaco contra la trata de personas.
Dicho operativo ocurrió minutos después de que Médicos del Mundo Francia (MdMF) y Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, “Elisa Martínez” A.C. (BCAM), llevaran a cabo un taller de prevención del VIH/Sida entre meseras, cocineras y lava trastes de los bares el Dragón Chino, El Selene y El Rosal, donde participó una comitiva procedente de París.
Como es costumbre en Chiapas, los ministeriales de la PGJE llevaban uniformes de la policía federal para despistar a quienes vivieron el operativo judicial, entre quienes se encuentran dos mujeres centroamericanas y un varón mexicano, acusados de trata de personas y las meseras que fueron obligadas a firmar declaraciones sin leerlas con la amenaza de dejarlas detenidas como tratantes y de quitarles a sus hijos por ser malas madres, al trabajar de forma “inmoral” en bares y cantinas.
Los condones usados y los preservativos nuevos que las mujeres migrantes traían en sus carteras, que fueron regalados por MdMF, fueron utilizados como prueba indiciaria para establecer el delito de trata de personas a las hoy personas inculpadas, pese a que no había semen en los condones utilizados en las demostraciones sobre erotización del uso del condón, ya que los dueños ya saben que no deben tener condones usados en bares, cantinas y centros nocturnos.
Una migrante hondureña comenta que no es bonito trabajar la cerveza, ni ir al bar, pero los patrones “nos dan oportunidad de ganarnos la vida, pero ahora ya estamos con miedo de que nos pase algo en uno de esos operativos contra la trata de personas. En Mazatan teníamos dónde dormir, tres comidas al día y como ya cerraron los negocios, me tocó irme a la calle ya que nos cerraron todos los negocios pero ahora las mujeres trabajan de manera clandestina, con más peligros”.
El calor va cediendo ante unas brisas de aire fresco. Ya son las seis de la tarde y la oscuridad se va imponiendo con lentitud a los rayos del sol.
Otra añade que ahora a las 10 o a las 11 de la noche, “todavía seguimos en la calle, nadie nos cuida, en las cuarterías estábamos más seguras y en la calle es frecuente que golpeen a mis compañeras o que las maten”.
Pasan varias veces patrullas de la municipal, estatal acreditable y fuerza ciudadana que observan al equipo de Médicos del Mundo Francia y Brigada Callejera, haciendo su trabajo de promoción de la salud entre mujeres migrantes que se ganan la vida con el comercio sexual.
Otra mesera increpa a su compañera y le dice que para ella no es feo trabajar de mesera o de trabajadora sexual, ya que no le hace mal a nadie.
Pasan de largo vendedores de pan, golosinas, cigarros y chicles con su cajita colgada del pecho, mientras que una parvada de aves se posa en un árbol y segundos después emprende nuevamente el vuelo hacia otro lugar.
Está el caso de Los Laureles de hace tres meses donde mataron a cuatro hondureñas y la noticia nunca la publicaron en los periódicos de Tapachula. Tres eran menores de edad de 17 años. Sólo se habló de una de ellas, cuando todas fueron asesinadas de una manera muy fea y dejadas en el mismo lugar por sus asesinos.
La tarde transcurre lentamente en este momento, en tanto el cielo va siendo copado por nubarrones que presagian una lluvia intensa como ya ha ocurrido toda la semana, que es anticipada por una brisa de aire que refresca el ambiente veraniego de Tapachula.
Otra mesera comenta que es un peligro hacer salidas con desconocidos, porque “no sabemos con quién andamos, no sabemos en el trayecto de la calle qué nos puede pasar. A veces por la necesidad una hace esto, porque en otro trabajo no ganaríamos lo que aquí hacemos trabajando dignamente”.
En la esquina donde se congregan varias mujeres que acaban de recibir condones, lubricantes solubles al agua y material didáctico, parecen conversar varios jóvenes drogados, en tanto una pareja se dirige al hotel después de haber hecho un trato en la calle.
Una trabajadora sexual del callejón de Tapachula refiere que “nadie nos va a obligar a trabajar en esto, lo hacemos porque no tenemos estudios para otro trabajo mejor y porque en otro lugar no ganaríamos lo mismo”.
Adentro de la camioneta de MdMF acondicionada para guardar la intimidad de quienes la aborden, Elvira Madrid de Brigada Callejera, aplica pruebas rápidas de detección de VIH/Sida a las mujeres que lo solicitan, la mayoría de ellas mujeres migrantes.
“Yo estuve en la cantina La Embajada de Huixtla cuando llegó el operativo a clausurar el negocio y a llevarse presos a los hombres que trabajaban en este lugar. Después de cuatro meses no encontraron delitos, pero cuando llegaron amenazaron a las mujeres que si no declaraban se iban presas. El encargado ya salió libre, no sé cuánto tuvo que pagar. La dueña está huyendo. Salud del estado nos dividió los negocios, los cuartos ahora son independientes, como un vecindario”.
Cerca de veinte mujeres conocidas como las canasteras, venden frutas y verduras al frente del callejón en el predio donde la presidencia municipal va a reubicar a los vendedores ambulantes de la vía pública que colindaban con el mercado.
A más de un mes del operativo policiaco contra la trata de personas donde participaron elementos de la policía federal, la PGJE, la policía municipal y el Instituto Nacional de Migración (INM), algunas sobrevivientes de abuso de autoridad, comparten sus testimonios con todas las personas interesadas en conocer la situación de las mujeres migrantes estigmatizadas como víctimas de trata.
Son las seis de la tarde en el callejón de Tapachula por donde deambulan varias mujeres y hombres que parecen platicarse algún secreto al oído y a la vista de la gente metiche que pasa de largo. La gente pasa por la calle apurando el paso por la lluvia que los nubarrones anticipan. Algunas personas se dirigen hacia el Parque Central o a tomar microbuses que les lleven a las colonias donde viven. Otras más en sentido contrario.
Testimonio 1:
Tengo 6 meses en México, soy hondureña y en el (bar) El Rosal tenía 5 meses. Estábamos atendiendo dos mesas, llegaron ellos, la policía federal y nos pidieron papeles de todas nosotras, del bar también. Una compañera está detenida como encargada, pero ellas sólo es la lava trastes. No encontraron droga ni nada. Nos llevaron el viernes a las 5:30 PM, nos quitaron los teléfonos, no quisieron que hiciéramos ninguna llamada. No querían que nadie supiera dónde estábamos.
No nos dieron acceso a ninguna llamada. Nos querían llevar a un albergue 3 meses. Yo les dije, si nos quieren tirar a migración, mejor depórtennos. Nos hicieron muchas preguntas. Que si tomábamos, que si nos prostituían. Les dije que no estábamos obligadas ni a la fuerza. Le dije que la señora nos trataba como una madre, que nunca nos faltó al respeto. Allí es cuestión de cada quién. Nos dijeron que nosotras, las meseras, dejábamos 500 pesos por irnos con un cliente, que fichábamos y nos prostituíamos con los hombres.
Cuando nos negamos a firmar la declaración, nos amenazaron con 3 a 6 años de prisión, porque a las que teníamos hijos, nos los iban a quitar. A nosotras nos dio miedo, estamos trabajando honradamente y por nuestro gusto. Era la policía federal, al menos todos ellos traían el uniforme de esa policía. Se llevaron a todas las mujeres y a los hombres que estaban en el bar, pero a los delincuentes no los agarran. Una quiere trabajar en un bar para mandarles dinero a los hijos.
El domingo nos llevaron a cambiar de ropa y a bañarnos. Ellos decían que mi esposo no contestaba el teléfono, pero mi esposo ya estaba afuera de donde estábamos detenidas e incomunicadas. Nos llevaron a “derechos humanos”, por donde suben las combis. Nos tuvieron una semana completa de viernes a viernes. La gente decía que nos tenían secuestradas. Nos quitaron celulares para que no tuviéramos contacto con nadie. Nos dijeron que por qué no buscábamos un trabajo más decente. Yo les dije que allí no nos estaban prostituyendo.
El viernes fuimos a migración, allí nos dijeron que firmáramos las declaraciones que ellos nos hicieron firmar en la procuraduría para que nos dieran papales, hundiendo a gente inocente para poder estar legales en México.
De todas nosotras, la más joven tenía 22 años y entre 35 y 40 la mayor. Es una injusticia que la lava platos esté detenida acusada de trata de personas. Ella ni siquiera era la encargada. Yo les pediría a las autoridades que se toquen la conciencia, que no tengan encerrada a gente inocente, que detengan a delincuentes, que de esos hay muchos aquí en Tapachula.
Del Dragón Chino, los condones que Médicos del Mundo, utilizó, ellos los encontraron en el bote de la basura y los están utilizando para tener presa a gente inocente acusada de trata de personas. Miraron los libros que ustedes nos dijeron, les tomaron fotos. Les dijimos que Médicos del Mundo tuvo una plática con nosotras pero se hicieron pendejos. Dijeron que ellos no los conocían. Allí no encontraron nada malo. La lava trastes dice que si la condenan, mejor prefiere quitarse la vida. No encontraron a ninguna menor, todas somos viejas y ninguna está obligada a trabajar en estos bares.
Testimonio 2:
Los han lastimado mucho, los han golpeado hasta que han querido. Eso es tortura y no se vale que lo hagan a la gente para que se declare culpable. Tengo 2 años en Tapachula. Yo llegué normal como todos los días. Llegaron ustedes de Médicos del Mundo y nos dieron una charla de cómo protegerse del Sida. A la media hora que ustedes se fueron, volvimos a acomodar las mesas. El encargado le pidió a la lava trastes que se hiciera cargo de la barra. Yo jalé una silla a la puerta. Entró un cliente conocido y lo llevé a mi mesa. Le ofrecí cerveza y botana.
Entonces, vi al patrullaje que se acercaba. Les avisé a mis compañeras. Me salí corriendo, estaba lloviendo y me caí en una alcantarilla, entonces llegó uno de los policías que me puso una pistola en la cabeza. Me dijo que por la buena o por la mala me iban a llevar con ellos, que mejor me quedara quieta. Jorge me llamó al teléfono y preguntó por una de las chicas. Me preguntaron dónde estaba el dueño y yo les dije que no sabía. El MP agarró el celular con altavoz y me dijo que le dijera que viniera. A los 10 minutos él llegó, lo agarraron a golpes y lo subieron en una patrulla.
En las bolsas traíamos preservativos. Ellos agarraron los condones como prueba de que Jorge nos los vendía. También encontraron los condones en la basura, de los que usamos en el taller de Médicos del Mundo, como prueba de trata de blancas. Le tomaron fotos a los libros que ustedes nos dejaron. Ellos escribieron muchísimo más de lo que dijimos. Me dijeron: Quieres volver a ver a tus hijos, te voy a acusar de cómplice. Si te quieres, tienes que firmar y me agarró la mano apretándola con mucha fuerza. A mi familia le dijeron que no sabían dónde estábamos.
Me dijeron que no podía hablarle a mi familia, que mi trabajo era ilícito, que no servía para mantener a mis hijos. Le expliqué que mi trabajo era meserear, recibir propinas y que a veces tomaba en mi trabajo o fuera de él. Llegaron unos policías con trajes de policía federal y uno de migración. Me quitaron mis documentos y mi teléfono. Mi tarjeta de sanidad no me la regresaron, por eso tuve que comprar otra. Nos dijeron que no nos querían volver a encontrar en un negocio.
A todas las ilegales nos tuvieron 8 días detenidas. No sabíamos dónde estábamos. Eso fue un secuestro. Nos tenían vigiladas e incomunicadas. Nosotras no le debemos nada a nadie, ni a ustedes, les decía y no contestaban nada. Cuando llegamos a la procuraduría, todas ya estaban allí. El MP dijo yo me voy a encargar de hundir a ese pinche puto. Me preguntó cuánto cuesta tu salida. Me dijo que nos ocupábamos con los clientes, que no me hiciera pendeja. Jorge nos decía que no llegáramos con short ni con corto. Nunca íbamos enseñando pierna.
Ellos a su manera pusieron lo que quisieron. Yo ya fui al juzgado del reclusorio y señalé que todas las declaraciones que me hicieron firmar, eran mentira. Todas decían lo mismo, eran igualitas las declaraciones. A mí me obligaron a firmar puras mentiras. Yo le pediría a las autoridades, que si van a hacer algo que lo hagan bien hecho. Cómo es posible que ellos hagan su declaración y la obliguen a uno a firmar, siento gacho lo que están sufriendo las personas encarceladas, siendo inocentes.
A Mirla de parte de El Rosal, ella era lava trastes, a mí me consta que ella era ayudante de cocina. A la hora que estaba en la barra, la acusaron de vender a las mujeres. Dijeron que había menores de edad y todas éramos de 30 años en adelante. Todas trabajamos en bares porque queríamos estar allí y no por estar obligadas. Mientras una sea mayor de edad, uno puede hacer lo que quiera, siempre y cuando no la estén obligando a uno. Yo lo hago por mi propia voluntad.
Me preguntaron que si quería otro trabajo y les dije que sí pero que en otro lugar no iba a ganar lo que necesito. 70 pesos diarios sólo me sirven para mis pasajes. Cuánto gastas a la semana. 400 por cuidar a mis hijos. 600 de renta mensual, que gastos para la escuela, que pañales y leche. Gracias a Dios me va bien, ya que donde hay niños el Señor no nos abandona. Yo me separé del papá de mis hijos porque me quiso obligar a abortar, soy hondureña, tengo 3 hijos mexicanos.
Uno de ellos me dijo que viniera cada lunes para darme dinero en efectivo para mis hijos, me dijo que me iba a ayudar y lo que menos quiero es verle la cara. Quiero que se arregle este mal entendido, que dejen libres a los detenidos, ellos son inocentes. El detenido iba a día como cualquiera de nosotras. Su familia se quedó sin nada por pagar abogado.
Uno de ellos nos dijo que era una investigación de un mes y que hasta ese día se le hizo caerle para rescatarnos de la trata de blancas.
El sábado firmamos como a las 6 de la mañana y como a eso de las 11 o 12 de la noche nos dejaron salir.
Testimonio 3:
No se vale, injustamente están presos. Nosotras estamos por nuestra propia cuenta. La declaración de nosotras no valió, ellos pusieron lo que quisieron. Tengo 26 años. Llevaba 2 años en El Rosal. Llegan con uniformes de la policía federal, que por droga. Llevaban perros, nosotras les mostramos nuestros documentos. Nos dijeron que los acompañáramos, que sólo era un ratito, que no nos íbamos a tardar. Todo lo que nos dijeron fueron mentiras. Nos quitaron los teléfonos celulares. Estuvimos tres días, desde el viernes en la tarde hasta el domingo a las 4 PM. A mí me dieron el teléfono al verme que me puse rebelde y le hablé a mi pareja.
Yo les dije que no quiero ningún tipo de ayuda, me iban a llevar a un refugio 3 meses, que porque era víctima de unos tratantes. Nos hicieron muchas preguntas, que si la patrona nos obligaba a fichar o a pasar con los clientes. Yo les dije que si me tomaba mis cervezas era por mi cuenta. La dueña nos decía que éramos sus empleadas, no prostitutas. Pusieron que Mirna me dio empleo. Pusieron que nuestro horario era de 1 de la tarde a 10 de la noche y que a la dueña le dábamos 100 pesos de nuestro sueldo por dejarnos ocuparnos con los clientes. Pusieron que éramos trata de personas.
Yo creo que la autoridad está para defendernos y no para hundirnos y fue lo que ellos hicieron, eso es injusto. Me dijeron que firmara o me iba 5 a 6 años presa. Un licenciado güerito me quitó el papel y nos metieron a la celda. Si no firman se van por encubrir a esas personas. Yo pudiera arreglar mis papeles pero se necesitan de 5 a 6 mil pesos para hacerlo en migración.
Yo sí estoy molesta con ellos. Conozco a mi patrona y al chino y son buenas personas. No se respetan nuestros derechos porque no somos de este país. Nuestra palabra de migrantes no vale nada para la autoridad. No vale lo que dije, yo hablé con la verdad y no tengo nada que esconder. Dijeron que nos prostituían por 300 pesos. Yo le digo a las autoridades que investiguen bien, que los dejen libres, son gente inocente. Mi declaración tiene mi firma y mi huella, pero ellos pusieron lo que quisieron, no lo que yo les declaré.
Voy a ir a declarar con toda mi voluntad porque Mirna no es culpable de ningún delito. Ella no hace negocios con nosotras las meseras. Los policías andaban encapuchados. Sólo traían el rostro descubierto el que venía manejando y uno de migración. A 5 de nosotras nos tuvieron desde el viernes hasta el domingo. Nos quitaron teléfonos celulares que para que no estuviéramos en comunicación con la patrona. Otras estuvimos 8 días detenidas de viernes a viernes.
Nos dijeron que nos iban a dar visa en 3 meses y que nos iban a mandar a un refugio o albergue, no sé. Yo no voy a tener unos papeles a costa de la libertad de otra gente, porque no voy a meter a la cárcel a alguien que es inocente y nunca me trató mal. Está mal la autoridad, porque ellos están para ayudar y no como hacen que es fregarnos. Perdimos el trabajo, no hemos trabajado, nos hacen que perdamos nuestro empleo y cómo vamos a llevarles dinero a nuestros hijos.
Espero que esta vez, en el juzgado del reclusorio, sí valga y no la cambien a favor de ellos. Todo lo cambiaron, no dijeron la verdad. Pediría que investiguen bien las cosas y que se toquen la conciencia. Hoy les tocó a los detenidos y mañana les puede pasar a ellos que los acusen de un delito que no hicieron. Que la ley sea más seria, que no sean corruptos porque eso que hicieron es corrupción. Todas somos mayores de edad y estamos en contra de esta injusticia.
Breve historia de los operativos anti trata en Chiapas
A mediados del año 2011, todo era armonía y colaboración en materia de prevención de la trata de personas en Chiapas. Un año después, hubo certificaciones de bares y cantinas libres de delito a perseguir. A casi 18 meses, el linchamiento mediático “justificó” la mano dura hacia dichos negocios y el cierre de oportunidades de trabajo para muchas mujeres mexicanas y migrantes, que se ganaban la vida como meseras, bailarinas, cocineras y trabajadoras sexuales.
25 de junio de 2011.Treinta y cinco bares y cantinas de Tapachula, de más de cinco mil, se sumaron a la campaña “Chiapas Corazón Azul contra la Trata de Personas”, para combatir la trata de personas, organizados en la “Asociación de Establecimientos de Entretenimientos de Tapachula”, junto a la Secretaría de salud municipal, Médicos del Mundo – Francia, Una mano amiga en la lucha contra el Sida, el comité municipal de lucha contra el Sida, Comusida de Tapachula, y la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos Contra Inmigrantes (FEDCCI) de la Procuraduría General de Justicia de Chiapas.
16 de julio de 2012. La Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos Contra Inmigrantes (FEDCCI) inició la certificación de bares, cantinas y centros nocturnos como establecimientos libres de trata de personas y menores en la frontera sur, esto como parte de las acciones para el combate de este tipo de delitos que han puesto a Tapachula como un foco rojo a nivel nacional. Hasta la fecha se han emitido 12 sentencias condenatorias por dicho delito.
19 de enero de 2014. Titulares de prensa que conmocionan a la opinión pública y a la clase política chiapaneca y abren una oportunidad para justificar sus acciones: En Chiapas existen al menos 30 mil mujeres que son víctimas de trata, según declaraciones de ONG. Y, Tapachula un gran burdel.
24 de enero de 2014. Manuel Velasco Coello, gobernador de Chiapas, solicitó al Congreso local que ya no se emitan licencias de uso de suelo para los giros negros, con el objeto de combatir la delincuencia organizada, la trata de personas y la explotación sexual en la entidad. La iniciativa busca reformar la Constitución Política del Estado de Chiapas, la Ley Orgánica Municipal, la Ley de Desarrollo Urbano y la Ley de Salud estatal.
27 de enero de 2014. La PGJE de Chiapas informó que aseguró 210 bares y cantinas irregulares durante una semana de operativos en Chiapas. Dichos “giros negros” operaban de forma irregular. Los operativos fueron realizados por la policía estatal, respaldada por agentes federales y personal militar. El saldo es de siete víctimas de trata de personas probablemente rescatadas y 20 supuestos involucrados en diferentes delitos, arrestados.
30 de enero de 2014. Lo que las notas informativas no señalan sobre estos operativos policíacos es que quizás igual número de establecimientos mercantiles cerraron en la zona del Soconusco, por órdenes de sus dueños para no verse afectados por dichas clausuras y aseguramientos. Otros negocios, sin precisar la cantidad, optaron por regresar a su casa a trabajadoras con situación migratoria irregular y algunos más pidieron a las mujeres que vivían en “cuarterías”, desocuparlas inmediatamente, con lo que quedaron sin techo de forma indefinida.
6 de febrero de 2014. Se aprueba la reforma al artículo 70 fracción VI de la Constitución de Chiapas, porque a juicio del gobernador así se erradicarán los “table dance”, ya que los ayuntamientos “ya no podrán otorgar permisos para la construcción u operación de establecimientos con espectáculos nudistas, porque el uso de suelo para dicho fin estará prohibido”. Así mismo, los demás giros negros que operan en la actualidad podrían ser clausuradas paulatinamente.
Otra vez legisladores, en este caso locales y de Chiapas y un gobernador, no escucharon las voces de las trabajadoras sexuales mexicanas y migrantes. Ojala tengan la razón y no se empeore más la situación de este sector vulnerado por el gobierno y el resto de la sociedad.
24 de octubre de 2014. La Fiscalía Especializada en Atención a los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos de la Procuraduría General de Justicia del estado de Chiapas (Fiscalía anti-trata de la PGJE de Chiapas), “acuerpada” por la policía federal y municipal, realiza un operativo contra la trata de personas en los bares El Dragón Chino, Selene y El Rosal, minutos después de terminado un taller de prevención de VIH/Sida en el que se usaron condones en demostraciones sobre su uso, se dotó de dicho insumo para la salud a las meseras y cocineras presentes y se dejó manuales de capacitación de promotoras de salud, así como varios comics sobre Sida y trata de personas.
La celebración del día mundial:
Este primero de diciembre celebramos nuestra participación como mujeres migrantes que no somos víctimas de trata sino de abuso de autoridad, mismas que nos ganamos la vida honradamente y con dignidad en bares, cantinas, cuarterías y hoteles de Huixtla y Tapachula, Chiapas, como meseras, cocineras, afanadoras, bailarinas y trabajadoras sexuales.
Celebramos que formemos parte de la Escuela de Promotoras de Médicos del Mundo – Francia (MdMF) y que la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”, nos apoye como migrantes y como trabajadoras de la industria de la diversión y el espectáculo.
Así mismo condenamos que la PGJE de Chiapas utilice los condones como prueba de delitos como la trata de personas, cuando son herramientas de prevención del VIH/Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
Señalamos que el condón forma parte de una estrategia de prevención del VIH/Sida y no es prueba de prostitución ni trata de personas, al contrario es evidencia de que quienes los portamos o usamos, nos protegemos del VIH/Sida e ITS.
Les recordamos este primero de diciembre, que la trata de personas provoca entre otras cosas, VIH/Sida e ITS y que ahora los operativos policiacos contra ese delito, también lo están haciendo, atentando contra el derecho a la salud.
La vida no es justa para el migrante y menos si se trata de mujeres que trabajan en bares, cantinas, cuarterías y hoteles. Al desprecio de la gente común se suma el hostigamiento que la PGJE de Chiapas, las somete en los operativos contra la trata de personas.
La vida sigue su curso como el agua del río que pasa cerca del callejón. Dos mujeres migrantes y un mexicano, siguen detenidos, pese a su inocencia. Son carne de cañón que puede utilizarse para justificar operativos policiacos demandados por organizaciones civiles e instancias internacionales.
Los 43 normalistas de Ayotzinaga desaparecidos, siguen siendo buscados por sus compañeros y familiares y el gobierno mexicano, bien gracias, como en el operativo de Tapachula, citado.
Si los prados de la clase política mexicana no son alcanzados por el incendio de la pradera, seguirán haciendo de toda la raza lo quieran como han hecho hasta ahora con migrantes, normalistas, trabajadoras sexuales, jóvenes, indígenas, bases de apoyo zapatista, colonos, comuneros, trabajadores de luz y fuerza del centro, anarquistas y una larga e interminable lista de grupos.
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