Control sanitario del VIH entre trabajadoras sexuales sin discriminación

Control sanitario del VIH entre trabajadoras sexuales sin discriminación

Por la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle, Tapachula, Chiapas, 30 de octubre de 2018.-

El control sanitario del VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), debe regirse por el carácter voluntario, confidencial y consentimiento informado y no debe ser un requisito para desempeñarse como mesera, bailarina o trabajadora sexual.

Los servicios de salud sexual y salud reproductiva incluidos en el catálogo Causes del Seguro Popular, deben ser gratuitos para trabajadora sexual como para cualquier otra persona.

El Catálogo Universal de Servicios de Salud (CAUSES) es el documento de referencia del Sistema de Protección Social en Salud (SPSS) para la atención a la salud dirigida a la persona; ahí se describen las intervenciones médicas a las que tiene derecho el beneficiario del Seguro Popular, tales como la prueba rápida de VIH, sífilis y Papanicolaou.

El tratamiento para ITS como la sífilis, también debe ser gratuito para trabajadoras sexuales, sus clientes y parejas sentimentales.

Una trabajadora sexual con VIH, que toma medicamento antrirretroviral (ARV), y es INDETECTABLE en estudios de carga viral, NO TRANSMITE este virus y deja de ser “un problema de salud pública”, según algunos salubristas municipales.

El profesional de la salud que atienda el control sanitario de trabajadoras sexuales, debe ser una mujer para evitar el acoso sexual, abuso sexual y violación, como lo han denunciado muchas trabajadoras sexuales en México.

Se debe evitar la descalificación, señalamientos morales y maltrato verbal a las trabajadoras sexuales en su atención médica, por ser conductas discriminatorias, que atentan contra la dignidad de las mujeres afectadas por dichas actitudes.

En todo programa de control sanitario del VIH e ITS de trabajadoras sexuales, debe haber disponibilidad de anticoncepción de emergencia para quienes participen en dicho programa para casos de violencia sexual, ruptura del condón u otros incidentes. Así mismo, debe estar disponible un stock de medicamento ARV para iniciar profilaxis “post-exposición”, después de haber expuesto al VIH.

Una trabajadora sexual embarazada tiene los mismos derechos que otras trabajadoras a garantizar su fuente laboral durante el período de gestación y puerperio, y a contar con prestaciones sociales en el último trimestre de su embarazo.

Los ayuntamientos deben aceptar resultados de VIH, sífilis y Papanicolaou de organizaciones de la sociedad civil, Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS), hospitales generales y centros de salud.

Cuando el resultado de una prueba rápida de sífilis sea positiva, hay que deslindar si se trata de una infección en curso o de memoria inmonológica. Para saber la diferencia, hay que realizar un estudio de VDRL con titulaciones en un laboratorio acreditado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Cofepris.

Si el título del VDRL es mayor a 1:16, hay que dar tratamiento para la sífilis y si el título del VDRL es menor a 1:8 0, el resultado es no reactivo.

En los programas de control sanitario del VIH e ITS implementados entre trabajadoras sexuales, se bebe tener la claridad que el único método eficaz para prevenir dichas infecciones, es el uso del condón en todas y cada de las relaciones sexuales.

La detección voluntaria del VIH e ITS, se convierten en una estrategia de prevención cuando las personas detectadas con VIH, son acompañadas a las dependencias de salud para recibir tratamiento ARV y que en un promedio de 3 meses lleguen a ser INDETECTABLES en estudios de carga viral y ya NO TRANSMITAN EL VIH a nadie.

Brigada Callejera es una organización con 29 años de trabajo en VIH y forma parte de la Alianza Global Contra la Trata de Mujeres, GAATW, por sus siglas en inglés.