Libran el Covid y la Crisis…¡En las calles!
Dana Estrada / ¡Pásala!
Durante los últimos ocho meses, desde que llegó el covid-19 a México, ellas se convirtieron en el sector más olvidado por las autoridades. Son las trabajadoras sexuales de las calles de la CDMX.
Hasta el momento, se tiene conocimiento de que 50 han muerto por la pandemia y alrededor de 100 lo han contraído. Pese a estas cifras, la vida y el trabajo sexual deben continuar, con o sin cura para el virus.
Una de estas historias es la de Sandra, de 42 años, una trabajadora sexual transgénero. Originaria de Xalapa, Veracruz, a sus 19 años llegó, por invitación de una amiga, a la capital para ejercer lo que en aquel momento se llamaba 'prostitución'.
Hoy, a pesar de la pandemia, debe salir al corredor de Tlalpan para trabajar, y así poder pagar su renta de más de 4 mil pesos mensuales, así como agua, luz, gas e Internet, además de su despensa y el alimento para los ocho gatos que tiene.
Sandra cuenta que al inicio de la pandemia, ella junto a otras compañeras no creían en el virus. Sin embargo, en el mes de mayo, Jaime Montejo, líder de la Brigada Callejera, murió por covid-19. En ese momento, todas sintieron miedo e incertidumbre.
"Cuando empezó todo esto, creíamos que era un invento del gobierno. Luego en abril nos cerraron los hoteles, y estábamos molestas y preocupadas por nuestra economía, y aún así, con nuestros gastos, algunas de mis compañeras con hijos que mantener tuvimos que seguir en la calle", relató.
En abril, los hoteles cerraron, Sandra no se detuvo y seguía acudiendo a una esquina de Tlalpan, a unas cuadras del Metro Viaducto, para intentar captar a algún cliente. Tuvo que ofrecer su casa como lugar de trabajo, y así arriesgar aún más su integridad y la salud.
Llevar a los clientes a su casa no fue decisión fácil, tuvo que elegir entre los de confianza a los nuevos, pues justo 10 años atrás fue víctima de un ataque con ácido por parte de uno de sus 'seguidores'.
Los retos del oficio
Esta agresión le quemó el lado izquierdo de su rostro, hombro y pecho. Sandra dice que a lo largo de 23 años de trabajo sexual ha vivido muchas cosas, y que el covid
es una de sus preocupaciones.
Su trabajo se ha visto modificado por la presencia del virus, "en los servicios pido
que tanto el cliente como yo nos lavemos las manos. Ellos no se quitan el cubrebocas,
y eso en parte ha hecho más sencillo mi trabajo, porque a algunos les huele mal la
boca", dijo Sandra.
Antes de la pandemia, Sandra tenía hasta cuatro servicios, cobraba 600 pesos por cada uno. Ahora en un horario de 7:30 a 12:00 de la noche apenas logra captar a uno o dos clientes.
Aunque durante los meses más difíciles de la pandemia, hubo días en que se fue en blanco.
Pandemia aumenta el trabajo sexual
La organización civil 'Brigada Callejera', que hoy lidera Elvira Madrid, reveló que durante los últimos meses el número de trabajadoras sexuales en las calles ha aumentado.
"En febrero realizamos un diagnóstico, y en aquel momento contabilizamos 7 mil 500 compañeras trabajando en las calles. Pero nuestro asombro e indignación crecieron en julio, cuando en otro diagnóstico se detectaron 15 mil compañeras en vía pública. La pandemia y falta de apoyo por parte de las autoridades orillaron a más mujeres a salir a la vía pública", explicó Elvira Madrid.
Otro tema de alerta en el sector es que de las 5 mil trabajadoras sexuales que asisten a la Brigada solicitando atención médica, 20 por ciento tiene diabetes debido a una mala alimentación, por lo que son grupo de riesgo en la pandemia.
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