La Merced, afectada por la pandemia, delincuencia organizada y "teporochos"
Patricia Carrasco | La Prensa
El ambulantaje desbordado, menor afluencia de compradores y muchos comercios a punto de la quiebra, ante las bajas ventas que se han registrado por la pandemia por el Covid-19, es el escenario que se vive en La Merced, uno de los mercados más grandes y tradicionales de la Ciudad de México.
Otro fenómeno que creció es el número trabajadoras sexuales por la actual crisis económica de acuerdo a la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, Elisa Martínez; así como la presencia de más delincuencia común y corriente y organizada; así como de personas que viven en la calle, muchos de ellos, llamados “teporochos”.
En un recorrido que realizó LA PRENSA por la nave mayor, menor de La Merced, Sonora, y demás mercados de la zona, la mayoría de los comerciantes entrevistados se quejaron de las ventas raquíticas en el último año.
Tanto en los puestos de chiles secos, semillas, abarrotes, verduras, tamales, frutas, jarcierías, materias primas, para fiestas, carnes, pollos, comidas corridas, antojitos mexicanos; del mercado anexo de trastes, del Ampudia de Dulces, aseguran que la actual crisis económica castiga duramente a La Merced.
En la visita al mercado de Sonora, comerciantes que pidieron el anonimato, comentaron que, debido a las medidas sanitarias y restricción de horarios, la afluencia de compradores aún es baja. Y sus ventas están por debajo del 50%.
Ante este panorama, el cierre de negocios y la amenaza en la economía de las familias que allí trabajan es preocupante, señalaron.
Un joven que vende animales de granja, como gallinas, chivos, gallos, conejos, borregos, precisó que tienen muy pocas ventas. “De los clientes que vienen adquirir animalitos ya sea para crianza o para rituales tradicionales o santeros”, poco han venido a comprarnos.
“Estamos todos mal… los que venden tés, yerbas medicinales, amuletos, disfraces o artículos para fiestas… nulas ventas”.
Adriana Sánchez, cronista de los mercados de la alcaldía Venustiano, platicó a este diario el olvido que viven esos lugares de abasto, además de su dañada economía, sufren la presencia de más delincuencia, gran cantidad de basura en su interior y calles aledañas.
Sánchez Cruz quien aspira a ser candidata a diputada por el Distrito XI de la ciudad de México por el PRI, recordó que La Merced y sus alrededores, es el mayor mercado minorista de alimentos tradicionales en toda la ciudad.
La zona que está ubicada en el barrio de la Merced, sinónimo de actividad comercial desde principios del período de la Colonia, cuando llegaron comerciantes de otras partes de la Nueva España.
Aunque en la primera mitad del siglo XX, este mercado fue el principal mayorista para toda la ciudad. Terminó cuando la Central de Abasto fue inaugurada en la década de 1980, a la fecha siendo el mayor mercado minorista tradicional.
Según información de la Alcaldía Venustiano Carranza (2013), la nave mayor cuenta con 3333 locales, de estos el 71% es de frutas y verduras y el 22% de semillas y chiles secos. La nave menor cuenta con 459 locales, con 71% de carnes, frutas y verduras 9% y abarrotes 6%.
En el paso a desnivel 65 locales, comidas 218 puestos; mercado de las flores 186, donde se expende artículos de decoración y flores artificiales; El Merced Anexo, 186 locales; Merced Banquetón 373, No hay datos de San Ciprián.
El conocido mercado Ampudia del Dulce 152 locales. Mientras el Mercado de Sonora con 421 donde se venden artículos del hogar, flores, plásticos, venta de animales, mascotas y sus accesorios, herbolaria, artículos religiosos y esotéricos.
El mercado de Sonora Anexo cuenta con 335 puestos, lo que da un total en la zona conocida como la Merced de 5652 puestos, aunque hay muchos más que no entran en este censo por estar en la calle.
DIVERSOS INCENDIOS
En 1988, un puesto que vendía fuegos artificiales explotó en la Merced, y murieron 61 personas. En 1998, un incendio destruyó dos terceras partes de la sala principal del mercado, junto con 572 puestos de venta de zapatos, chiles secos, frutas, verduras y piñatas en la madrugada del 4 de mayo; no hubo muertos o heridos y se sospechó que la causa fue el cableado defectuoso. Les tomó más de tres horas a más de 100 bomberos controlar el fuego.
La madrugada del 27 de febrero de 2013, otro incendio destruyó más de 7,000 metros —alrededor del 70%— de la nave mayor; a pesar de que afectó a 2000 locales, solamente causó daños materiales.
El 25 de enero de 2014, por causas similares, se incendió de nuevo el mercado, esta vez quedaron destruidos alrededor de 400 puestos y 16 personas resultaron intoxicadas.
El 24 de diciembre de 2019, a las 08:52 horas se informó de un leve incendio en la zona de Flores. Horas después dos personas murieron electrocutadas al interior del mercado, precisó la cronista Sánchez Cruz.
La familia Pérez, una de las afectadas del incendio del 2013, narró que los comerciantes tienen años de afectaciones, que se recrudeció con la pandemia, aunque han podido vender afuera, están a la espera que terminen las obras, de lo cual, la Secretaría de Desarrollo Económico afirma que falta poco para que les entreguen los puestos.
En tanto, agregó, la demolición en la zona afectada por la conflagración de 2019 presenta un avance del 50 por ciento. Se ha logrado censar al 95 por ciento de los locatarios afectados y la reubicación de un pequeño grupo en carpas temporales.
MERCADO SONORA
Sonora es otro de los mercados tradicionales de la capital, localizado en la colonia Merced Balbuena. Fue establecido en la década de los años 50 junto con el de Jamaica y La Merced. Fue inaugurado el 23 de septiembre de 1957 por Adolfo Ruiz Cortines y Ernesto P. Uruchurtu. Es parte de los mercados establecidos por el gobierno para organizar mejor y regular el comercio al por menor.
Este mercado se ha especializado en una variedad de mercancía como la cerámica, artículos de fiestas y animales vivos — y los dos que lo hacen notable, herbolaria y artículos relacionados con la magia y el ocultismo.
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Vende artículos de ocultismo relacionados con la magia (blanca o negra), tradiciones de la religión y magia prehispánicas, santería, el culto a la Santa Muerte, chamanismo y varios otros que demuestran el sincretismo de las creencias y prácticas que existen en la ciudad.
Sus alrededores están llenos de vendedores ambulantes.
El inmueble tampoco ha recibido mantenimiento adecuado desde su construcción, manifestó un comerciante que ahí ofrece sus mercancías desde que se inauguró el mercado. Quien pidió que terminen los semáforos y ya los dejen vender de manera normal, para que se recuperen de las graves pérdidas que han tenido.
MÁS SEXOSERVIDORAS
El área que rodea el mercado también es conocida por el sexo servicio que ocurre a cualquier hora del día y de la noche.
En Circunvalación, San Pablo, Manzanares se ven muchas mujeres jóvenes y otras mayores. Algunas ya habían dejado el oficio y se dedicaban a realizar otras actividades como trabajar en salones de belleza, costureras, cocinas económicas, se vieron en la necesidad de regresar a la calle.
Sergio Vázquez | La Prensa
De acuerdo a la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, Elisa Martínez, A.C, un 40 por ciento son trabajadoras sexuales que se habían retirado de su oficio y por la falta de empleo y de atención adecuada económica regresaron a las calles; el otro 40 por ciento tenía otros oficios y empleos y la pandemia las llevo al Trabajo Sexual, mientras que el 20 por ciento restante no tiene un punto fijo en la vía pública pero que caminan ofreciendo sus servicios.
La organización de la sociedad civil resaltó que a raíz de la pandemia por Covid-19, las trabajadoras sexuales siguen en peligro constante, ha aumentado su situación de vulnerabilidad y de riesgos al trabajar en la calle. Y en la Ciudad de México es alarmante porque su presencia se ha duplicado, lo cual genera mayores problemas en la vía pública de violencia y extorsión histórica.
Se estima que aproximadamente un tercio de las trabajadoras sexuales son menores de edad, comentó Adriana Sánchez.
CARTOLANDIA, A UNOS PASOS DE CÁMARA DE DIPUTADOS
Entre cartones, pedazos de láminas de asbesto y cartón, viven aproximadamente 50 familias en una de las cerradas de la Candelaria, a un lado del Congreso de la Unión, cerca del Parque San Lázaro y frente a la sede de la Cámara de Diputados.
Mary Cruz de 54 años quien lavaba la ropa en una tabla desgastada encima de una cubeta, aseguró que tienen 10 años viviendo en ese lugar, entre el frío, poca agua y un lugar muy pequeño que sirve de sala, comedor, cocina y dormitorio
A la fecha esperan que el INVI les entregue una vivienda, ya que dicen tienen años con ese trámite y aún no se las dan. Pero ya están construyendo los departamentos a unos pasos de sus casas de lámina y cartón.
Sergio Vázquez | La Prensa
En entrevista, la vendedora de comida en San Ciprián, comentó que todos los que viven en esos cuartos improvisados, “todos somos comerciantes”. En este tiempo de pandemia “está fregado”, casi no hay ventas, pero si no trabajamos con que comemos.
La señora es originaria de Puebla, tuvo 5 hijos. Explicó que toma agua del predio vecino que está en construcción y la luz, están conectados a un transformador, señala el enjambre de alambres que está cerca de su cuarto.
En la banqueta se pueden observar los carritos de supermercados llenos de piñas, zanahorias y pepinos rallados en bolsas de plástico, listos para irse a vender. En ese marco Maricruz pidió a la jefa de gobierno que ya los deje trabajar.
A unos pasos de ahí, en el parque vecino, se ubican decenas de indigentes que duermen en las bancas, “a ratos se levantan van a trabajar como cargadores. Ganan un poco de dinero y lo usan para sus adicciones, dejan muy poco para comprar comida”, dijo un joven que dijo llamarse Cuco.
https://www.la-prensa.com.mx/metropoli/la-merced-en-la-ciudad-de-mexico-...
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