Sexoservidoras: De la Galáctica a las calles

Sexoservidoras: De la Galáctica a las calles

Jeny Pascacio

Daniela, nombre que usa para proteger su identidad, tiene 45 años de edad. Trabajaba como sexoservidora en la zona de tolerancia en la capital de Chiapas, mejor conocida como “Zona Galáctica”, que por varios meses permaneció cerrada por la pandemia del COVID-19.

En marzo de 2020 se preguntaron si era necesario cerrar el único lugar donde pueden trabajar de manera ‘legal’; pues el gobierno de Carlos Orsoé Morales Vázquez no les avisó sobre la disposición y mucho menos les brindó información sobre el virus.

“No nos dijeron por qué cerraron, no dieron explicaciones. Solo supimos de boca en boca que es uno de los lugares de mayor contagio”.

Daniela y sus compañeras, no recibieron ningún tipo de apoyo. “Ni despensas, ningún apoyo, a pesar de las elevadas cuotas que pagamos a los concesionarios”.

Esta situación las dejó en una crisis, pues muchas terminaron con sus ahorros y regresaron a las calles del centro de la ciudad ante el acecho de los policías municipales, “que también cobran cuotas, ellos golpean”, lamenta.

La única organización que les envió alimentos fue la organización de la sociedad civil, Brigada Callejera encabezada por Elvira Madrid, quien en el año 2019 denunció la presunta explotación que sufren las trabajadoras sexuales en complicidad con el Ayuntamiento capitalino.

A finales del año pasado, con el cambio de color del semáforo epidemiológico, las mujeres volvieron a la Galáctica donde cada día pagan una renta de 140 a 180 pesos por una pequeña habitación.

La organización con sede en la Ciudad de México, brinda respaldo a más de 60 sexoservidoras que se manifestaron por las tarifas que pagan a 15 concesionarios de la Zona.

En un día normal de trabajo pueden ganar 500 pesos. Pagan las cuotas establecidas y les venden hasta los condones. El resto es para la manutención de sus familias, “somos madres solteras”.

Tras la apertura de la Zona Galáctica, los concesionarios en contubernio con el Ayuntamiento, no permiten la entrada de dos sexoservidoras que, en el 2019, alzaron la voz por las injusticias, omisión y la misoginia que enfrentan de concesionarios y las autoridades municipales.

La pandemia golpeó los distintos sectores sociales y multiples tipos de negocios, este no fue la excepción y se puede ver y palpar de cómo se mantiene actualmente la situación, a pesar de que es complicado, la esperanza de una recuperación de todos los negocios es palpable para que las familias puedan comenzar a apuntalar tras los meses de recesión económica.

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