Se duplica el número de trabajadoras sexuales en CDMX
La pandemia por COVID-19 ha dejado a miles de personas sin ingresos, sin trabajo, muchos vieron sus esfuerzos pasados anulados por la crisis. Es el caso de mujeres que habían dejado el trabajo sexual, y tuvieron que retomarlo.
“Estuve trabajando cinco años en la jarcería, me estaba yendo muy bien económicamente, cayeron las ventas, ya no se estaba ingresando el mismo dinero, entonces el dueño pues decidió quitarlo”, dijo Kiara.
Kiara de 31 años es una de las casi 6 mil mujeres que volvieron a las calles de la Ciudad de México como trabajadoras sexuales, debido al desempleo durante la pandemia.
“Sí intenté otros modos, estuve vendiendo tenis, estuve tratando de vender lo de temporada, pero estuvo de plano muy bajo, invertías y se te quedaba todo”, afirmó.
Cuenta que en 2015 abandonó el trabajo sexual y buscó otro empleo para poder dedicarse a sus tres hijas y su esposo.
“Decirle a mi esposo, a mis hijas pues sí fue difícil, porque más que nada ellas ya están más grandes y ya entienden más las cosas y pues llegas y la noticia de que ya cobran piso, ya te extorsionan”, detalló.
La Asociación Civil Brigada Callejera documentó que, entre marzo de 2020 y marzo de 2021, se duplicó el número de trabajadoras sexuales en las calles de la Ciudad de México, de 7 mil 700 a más de 15 mil 200.
“Ya se habían retirado, ya habían logrado tener un negocio en su casa, haber acabado primaria, secundaria, preparatoria”, comentó Arlene Palestina, de la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer A.C.
La baja demanda de clientes y la gran cantidad de trabajadoras sexuales en las calles ha provocado peleas por el territorio.
“Hay chicas que hemos llevado al médico porque les arrancaron la mitad de la oreja, porque tienen abiertas, porque las picaron, porque las golpearon entre varias”, refirió Arlene.
Irene, conocida como ‘La Jarocha’, dice que en años anteriores ganaba más de 2 mil pesos a la semana, ahora menos de 200. Lleva casi 50 años en esta actividad y trata de seguir los protocolos de seguridad que les recomendó Brigada Callejera a través de un cómic con el coronasutra.
“A veces como bien, a veces no, una comida, o sea ha estado difícil para mí porque para mi edad es complicado trabajar”, afirmó Irene Herrera.
Aunque el año pasado el gobierno de la Ciudad de México prometió a Brigada Callejera entregar una ayuda monetaria equivalente a un seguro de desempleo para las trabajadoras sexuales, únicamente se les entregó una tarjeta de apoyo emergente con mil pesos al 40% de las trabajadoras de la capital.
“Ya llevamos un año, la verdad nos ha ido de la fregada, yo a fuercitas tengo que salir, para llevar el pan de cada día a mi casa”, concluyó Alejandra.
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