Informe y campaña: 30 Indicadores de Violencia de Género en el Mundo Laboral de las Trabajadoras Sexuales en México
*Con el objetivo de visibilizar la violencias que viven las trabajadoras sexuales se lanza una campaña que emana del informe: “Indicadores de violencia de género en el mundo laboral de las trabajadoras sexuales en México”.
*El informe es resultado de más de 45 trabajadoras sexuales migrantes externas e internas que han laborado en 14 estados de la república y Ciudad de México.
*Cada semana se van a presentar en redes sociales 3 indicadores empezando el 25 de noviembre en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
El informe “Indicadores de violencia de género en el mundo laboral de las trabajadoras sexuales en México”, elaborado por La Brigada Callejera en Apoyo a la Mujer Elisa Martinez, analiza treinta situaciones laborales que generan todo tipo y modalidades de violencia sexista hacia este grupo de mujeres en México.
El Informe se elaboró a partir de la entrevista a más de 45 trabajadoras sexuales migrantes externas e internas que han laborado en 14 estados de la república y Ciudad de México.Documenta las percepciones de las trabajadoras sexuales entrevistadas sobre las condiciones laborales, que facilitan o promueven situaciones de violencia de género hacia ellas, así como establecer quiénes son los sujetos sociales que las violentan.
La organización Brigada Callejera en Apoyo a la Mujer Elisa Martinez, considera que no es posible derrotar las prácticas de violencia de género contra las trabajadoras sexuales referidas en el estudio, sin la organización autónoma y fuerte de las propias afectadas y sin el apoyo de otros sectores sociales solidarios, por ello solicitamos apoyo de organizaciones civiles solidarias, medios de comunicación y población en general para difundir la campaña y el contenido del informe.
Tipos de violencia hacia las trabajadoras sexuales en México
Los tipos de violencia ejercida contra las trabajadoras sexuales en México, por particulares y servidores públicos, son las siguientes.
Violencia física, como golpes y empujones provocados por policías en operativos de detención, lesiones intencionales provocadas en la revisión médica o las heridas provocadas por su pareja sentimental o cliente, tales como fracturas, quemaduras, ahorcamiento, envenenamiento o acuchillamiento, entre otros.
Violencia psicológica, como maltrato verbal, descrédito como señalar que una trabajadora vive con VIH, deshonra o menosprecio al señalar que las “prostitutas” no valen nada, maltrato de personal del DIF al señalar que las “sexoservidoras” son incapaces de garantizar el cuidado que requieren sus hijos e hijas menores de 12 años, negligencias en la atención médica como enviarlas a laboratorios particulares donde les aplican pruebas rápidas sin registro sanitario o de dudosa procedencia, amenazas de violación, humillaciones en los juzgados cívicos donde son catalogadas de lo peor, amenazas de autoridades policiacas y comparaciones destructivas que pue dan afectar la autoestima de la persona”.
Amenazas, realizadas por servidores públicos con la finalidad de obtener favores sexuales bajo presión; con la intención de no dejar- las laborar; con el objeto de que sólo vayan a un laboratorio particular a realizarse exámenes de control sanitario; con el propósito de obligarlas a pagar
“derecho de piso” o con cualquier otra razón.De manera amplia los tipos de violencia se pueden consultar en el informe.
Condiciones laborales analizadas:
Partiendo del planteamiento de Silvia Federici, que nos indica que “(El trabajo sexual) (e)s una forma de trabajo y la lucha está en que podamos organizarnos en todos los trabajos y organizarnos también para que tengamos posibilidades de escapar de todos ellos y no tener que estar obligadas a vendernos de ninguna manera”. Tenemos que en veintinueve de treinta indicadores sobre condiciones laborales analizadas por las trabajadoras sexuales participantes, está presente entre otros tipos de violencia, la económica; ya que en todos y cada uno de ellos, representantes del Estado mexicano o a quienes se solapa que pueda hacerlo, ejercen un control sobre amplios márgenes de ganancia obtenidas sobre el cuerpo de las mujeres, afectando el bienestar de ellas y sus familias, que se ven impedidos de disfrutar esos ingresos que les han sido restados “conforme a derecho”, o a través de la falta del cumplimiento de la ley (FCL), gracias a la impunidad y corrupción imperantes en el país.
En veintidós de treinta indicadores de condiciones laborales que generan y reproducen violencia hacia las trabajadoras sexuales en México, esto es, en poco más del 73%, los responsables de la violencia son servidores públicos dedicados a la salud, defensoría de niñas, niños y adolescentes, seguridad pública, impartición de justicia o la defensa de los derechos humanos en instituciones autónomas o comisiones o defensorías de derechos humanos.
Los testimonios de las trabajadoras sexuales migrantes que participaron en este estudio retratan un caso de violencia sistémica, patrocinada desde las estructuras del Estado mexicano, que privilegia la obtención de la máxima ganancia de empresarios y políticos y que ignora su responsabilidad para garantizar una vida libre de violencia hacia este grupo de mujeres
El informe esta dedicado a las trabajadoras sexuales y aliadas que luchamos por un mundo del tamaño de nuestros sueños. Tambíen a quienes sumaron fuerzas con nosotras y se nos adelantaron en el camino hacia la eternidad. También, a quienes nos han inspirado y al pasar de largo por nuestro territorio, nos dotaron de esperanza y nuevos bríos para seguir firmes.
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