Estigma y discriminación de mujeres migrantes que laboran en bares, cantinas, centros nocturnos, cuarterías y hoteles de paso de Tapachula, Chiapas
* Considerarlas a todas víctimas, también es una actitud discriminadora
Por Jaime Montejo de la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle, México, D.F., 12 de julio de 2015.-
Venticuatro horas después de conmemorar el Día Nacional de la Trabajadora Sexual, observamos que diversas organizaciones defensoras de derechos humanos y personalidades que apoyan a individuos migrantes, hombres y mujeres de todas las edades, "involuntariamente" (¿?), están al servicio del Plan de la Frontera Sur, que tanto han cuestionado en libros, revistas, declaraciones públicas y en su activismo comunitario.
Afirmaciones como las siguientes: "la mujer migrante es vista como un objeto sexual, como un botín que representa dinero y que tiene que ser explotada", y esta otra que señala que "más de 21 mil centroamericanas, en su mayoría menores de edad, son prostituidas en mil 552 bares y burdeles de Tapachula y otros municipios fronterizos", reafirman el estigma y la discriminación hacia las trabajadoras sexuales, haciendo llamados a la violencia policíaca y las deportaciones masivas de este sector de mujeres que laboran en bares, cantinas, centros nocturnos, cuarterías y hoteles del Soconusco en Chiapas.
Los trabajos periodísticos que esto mencionan, han servido para que la autoridad correspondiente, realice actividades represivas de limpieza social contra trabajadoras sexuales, meseras, cocineras, bailarinas, afanadoras, encargadas y hasta clientas de los negocios mencionados.
Quienes esto declaran y reafirman pronunciamientos de otras personas, también están al servicio del Plan de la Frontera Sur; ya que es un excelente pretexto, deportar mujeres migrantes que hacen trabajo sexual y "no se encuentran bajo control sanitario" y clausurar los hoteles donde realizan su actividad para que cada vez queden en manos más peligrosas, donde su vida, seguridad y libertad sexual, pueden ser afectadas.
Considerar a todas las mujeres migrantes que hacen trabajo sexual como víctimas de trata de personas o de la prostitución, es una actitud discriminatoria que en la práctica les niega el ejercicio de sus derechos y obligaciones como ciudadadanas.
Recordemos que el camino al infierno está tapizado de buenas intenciones.
Ligas al internet con planteamientos que explotan el pánico moral de las audiencias de diferentes medios informativos:
http://www.vanguardia.com.mx/antrosdechiapasrefugiosdeprostitucion-14524...
http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/explotan-en-chiapas-a-21-mil-m...
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