Ladies contra la trata de personas
Foro en la Suprema Corte de Justicia de la Nación
Editorial Noti-Calle, 3 de mayo de 2013.
Ladies de Polanco, las Lomas de Chapultepec y Tecamachalco, perfumadas, con tacones altos y vestidas a la moda con prendas entalladas de Zara, maquilladas en el salón de belleza que acostumbran las señoras adineradas de su rumbo, por mujeres sin seguridad social. Hoy desfilaron por las pasarelas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), como si se tratara de un evento de modelaje de esos que cuestionan, porque pueden incitar a la trata de personas. Pero en este caso, ellas deciden con quién irse a la cama. Son las tipas que usan el apellido raro de sus maridos, que las trabajadoras sexuales reconocen como putas. Aquéllas trepadoras, que por una diputación, el financiamiento para un refugio de víctimas, o unos honorarios merecidos de siete cifras, tienen sexo con sus contrapartes masculinas, por libre elección. Ellas sí pueden hacerlo, en su caso es libertad sexual o negociación política. Las putas de abajo no, aquéllas que no se asumen como víctimas de trata y sí como trabajadoras sexuales, que ejercen su oficio con dignidad para sacar adelante a su familia.
Seguramente estas damas de la caridad y una que otra feminista de etiqueta, que aspira el nivel de vida de estas grandes patricias, fueron traídas al Foro sobre la Ley General de trata de personas, por un chofer de tez morena mal pagado. También han de contar con asistentes y capturistas que no están registradas en ninguna nómina. Estas dignas mujeres, pudieron haber iniciado el día con un cereal de Nestlé dietético para no perder la línea. Ahora, las amigas que vienen de lejos, estarán hospedadas en hoteles de 5 estrellas, donde las camaristas y el personal de limpieza, ganan menos del salario mínimo. Sin embargo, el gran pendiente de estas doñas, es que se considere criminal, al cliente de servicios sexuales. No importa lo que opinen quienes conviven con la trata de personas todos los días, o son sobrevivientes y ahora trabajan por su cuenta.
Algunas de estas nobles amas de casa, intelectuales, académicas y hasta niñas bien, se sienten aturdidas por un sentimiento de culpa que cuestiona su origen, así como por las bendiciones que dicen que dios les ha dado y por ello se han sumado a la cruzada global contra la trata de personas. El resultado, es la búsqueda del estrellato en sociedad, abanderando una causa que genera asquitos y comezón en el cuerpo. Otras matronas, ven oportunidad de negocio inigualable en la industria del rescate y no faltan quienes se han sumado a “esta empresa”, porque está de moda hablar de la nueva esclavitud. Todas ellas olvidan que con la nueva reforma laboral y educativa mexicana, se legaliza la explotación laboral, a niveles previos a la revolución mexicana y se dota a la industria sexual de miles de mujeres, niñas y adolescentes.
A las 8:30 a.m., un puñado de jóvenes mujeres, integrantes de la Red Mexicana de Trabajo Sexual, que iban en representación de otras mujeres y transgénero que laboran en las calles de La Merced, Tlalpan y otras vialidades, acompañadas por dos integrantes de Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”, A.C. y un integrante del taller de periodismo “Aquiles Baeza”, ingresamos a las instalaciones de la SCJN y nos aprestamos a registrarnos. Apresuradamente, una de las mujeres encargadas de esta tarea, nos abordó en la fila, nos entregó una ficha para que pusiéramos nuestros datos y omitió de forma intencional y discriminatoria, entregarnos una carpeta elaborada por el Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social, A. C. -CEIDAS-), que contenía algunas críticas de esta organización sobre la Ley General en materia de trata de personas. Quienes venían detrás de nuestro grupo, recibieron dicha carpeta, confirmando nuestra hipótesis.
Al finalizar las participaciones de la ceremonia inaugural y del Módulo I, sobre las implicaciones del marco jurídico general en materia de trata de personas, las trabajadora sexuales de la Red Mexicana e integrantes de Brigada Callejera, entregamos varias preguntas, dirigidas a Mario Luis Fuentes, titular de la Cátedra Extraordinaria sobre el tema de la UNAM y Director de CEIDAS, A.C. Porqué no habían sido consultadas las trabajadoras sexuales en la elaboración de le ley de 2007 y 2012, sobre trata de personas. Porqué no se habían modificado la disposiciones de los códigos civiles que quitan la patria potestad de sus hijos a las “prostitutas”, que eran utilizadas por tratantes y explotadores sexuales para extorsionar a las mujeres dedicadas al comercio sexual. Porqué no se había suprimido el delito de lenocinio del Código Penal federal, si ya estaba tipificado el delito de explotación sexual; situación que provoca que ministerios públicos y jueces, retipifiquen la trata de personas, por dicha figura jurídica menos grave.
Ninguna de las preguntas obtuvo respuesta. Si este tipo de violencia hacia las trabajadoras sexuales y sus acompañantes, se da en las instalaciones de la SCJN por parte del titular de una ONG prestigiosa, que podemos esperar de las demás instituciones del Estado mexicano. Por esta razón, las mujeres de la Merced se retiraron para irse a trabajar a las calles donde se ganan la vida, todos los días. Elvira Madrid Romero, presidenta de la Brigada Callejera, tomó la palabra, rompiendo el protocolo del evento y sentenció: “¿Porqué no hacen la diferencia entre trabajo sexual y trata de personas? No se olviden que quiénes saben más de este tema, son las trabajadoras sexuales y no académicas, intelectuales y redentoras.”
Brigada Callejera es una organización social dedicada desde hace más de 20 años a la lucha contra la trata de personas y la prevención del VIH/Sida/ITS, entre trabajadoras sexuales, mujeres indígenas y migrantes, principalmente.
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