UN MINUTO DE SILENCIO POR LOS CAÍDOS EN NOCHIXTLÁN, OAXACA

Fotos de Rosa Icela Madrid Gerente General de las condonerías El Encanto del Condón

UN MINUTO DE SILENCIO POR LOS CAÍDOS EN NOCHIXTLÁN, OAXACA

“Es el tiempo anunciado en el que la niña blanca tocará a los Señores de la Guerra,
con su trompeta de fuego en sus zonas de confort”

(Lectura libre del tarot egipcio o relectura herética de unos pasajes del Apocalipsis)

Por Jaime Montejo

Ya nos hemos acostumbrado en México a que las matanzas y desapariciones perpetradas por el Estado, paramilitares o sicarios del narcotráfico, queden impunes.

Gobiernos van, gobiernos vienen y la impunidad contra estos crímenes de lesa humanidad se perpetúan desde su mera planificación a detalle.

Declaraciones de alerta de género como la del estado de México, poco han contribuido a que la violencia hacia las mujeres de diferentes edades y condiciones sociales, disminuya.

Escándalos internacionales como la de los 43 de Ayotzinapa, en nada han hecho que el régimen de sangre retroceda unos cuantos pasos, siquiera.

La impunidad de los asesinos que perpetraron la matanza de Acteal, son oxígeno y abono para grupos paramilitares al servicio de hacendaros, caciques locales e intereses políticos ajenos al bienestar de los pueblos originarios y campesinos de la región.

La matanza de migrantes en San Fernando, Tamaulipas, apenas es una raya en la larga lista de afrentas a quienes se atrevieron a intentar conquistar el sueño americano.

Los asesinatos de Alexis Benhumea y Javier Cortés, ya se les olvidó a muchos exadherentes de la otra campaña, hoy la Sexta.

696 perredistas asesinados entre 1988 y 2007, consagraron que un sector de la clase política viva como empresarios de corporaciones trasnacionales.

Más de 112 periodistas asesinados hasta el año pasado.

28 náhuas asesinados en Ostula, Michoacán.

400 autodefensas de Michoacán encarcelados por defenderse del crimen organizado.

Más de 500 presos y presas políticas en todo el país.

Poco se habla de la desaparición de 45 trabajadoras sexuales en Tamaulipas, a manos del hampa y policías locales.

Las trabajadoras sexuales que fueron quemadas vivas en Cancún, Quintana Roo el 23 de septiembre de 2014, ya no interesan a nadie más que a sus familiares directos, amigos y algunos clientes.

Las trabajadoras sexuales abatidas por fuerzas federales, estatales y municipales en un operativo anti-trata en la zona galáctica de Tuxtla Gutiérrez, siendo gobernador Juan Sabines y presidente Felipe Calderón, apenas si son recordadas en silencio por sus compañeras que sobrevivieron a ese episodio sombrío de la historia de la prostitución en México y también de la historia no reconocida de la lucha contra la trata de personas.

Oaxaca, otra vez, el epicentro de la represión magisterial.

¿Cuántos profesores y maestras más necesitan ser encarceladas, perseguidos, desaparecidos y asesinados con odio por fuerzas del orden?

¿Cuánta sangre más requiere el régimen para doblegar a nuestro magisterio en resistencia y a quienes nos solidarizamos con sus justas demandas?