Seminario itinerante sobre trabajo sexual en México “Francisco Gómezjara”
Mensaje transmitido por la Agencia de Noticias Independiente Noti-Calle, CdMx, 17 de agosto de 2016.-
“(Necesitamos) una nueva forma de enfocar la industria sexual, acorde a los cambios y requerimientos de la sociedad de nuestro tiempo. Legalización plena del ejercicio directo e indirecto del trabajo sexual, considerándolo en todas sus vertientes: penales, civiles, administrativas, mercantiles, laborales, de reglamentos de policías, que al mismo tiempo que sancionen su práctica, eliminen todo rasgo de estigmatización a su trato, tanto en los códigos como en su ejecución y manejo cotidiano. La prostitución es un servicio sexual y como tal, una profesión de servicios personalizado, que puede formarse y desarrollarse de manera institucional. Corresponde a la tendencia de las ocupaciones manuales a elevar su status y a adoptar, cada vez más, características profesionales a través de su institucionalización: compañía, masaje y relación sexual arriba descritos; una asociación de colegas, ya sea en forma sindical o como asociación de pequeños empresarios y de individuos en particular, y finalmente, con el reconocimiento de la comunidad, en el primer punto señalado. La constitución legal de empresas que manejen este servicio, a la manera de cualquier empresa mercantil de servicios, que puede ir desde la sociedad mercantil y la sociedad anónima, a la cooperativa por un lado, y por el otro, la organización de los trabajadores sexuales en asociaciones y sindicatos, cuando trabajen como asalariados. La conformación de un programa cultural – educativo en torno al servicio sexual, en tres vertientes: una dirigida a la sociedad que incluiría planificación familiar, educación sexual, derechos humanos y nueva identidad del servicio sexual. Otra dirigida a los ejecutantes para impartirles educación básica, técnica (masajes, relaciones humanas, etc), educación contable, educación sanitaria y principios terapéuticos, educación artística. La tercera vertiente incluye al personal administrativo que tiene relación con la práctica del servicio sexual como son los funcionarios, policías, jueces, carceleros, etc. El servidor sexual quedaría convertido en un verdadero educador sexual de los usuarios que a ellos acudiesen, garantizando una información y una práctica precisa, sobre la prevención del SIDA y otros padecimientos venéreos. Esta revaloración de la profesión del servidor sexual, tanto del permanente como del ocasional, quedaría reflejada en un cambio de su comportamiento, que no requeriría acudir al alcohol para evadir el enfrentamiento a su identidad, ni caería en conductas agresivas ilegales con su clientela, como una manera de pensar su “devaluación”. Su inclusión en los servicios de seguridad social, les permitiría gozar de pensiones, servicio médico, guarderías y demás prestaciones. En términos generales, todo lo anterior tiene como finalidad, la legalización (la no reglamentación en el sentido tradicional) del servicio sexual, considerado como un servicio no sólo de hecho sino de derecho, donde el ejecutante no es considerado más delincuente o menor de edad sin derechos, sino una persona jurídicamente capaz de administrar su propio cuerpo y destrezas y poder contratar cualquier convenio dentro de las normas legales vigentes, sin necesidad de intermediarios y/o expoliaciones. (Esto significa) (r)econocer que el amor es un sentimiento y un comportamiento socialmente condicionado a lo largo de la historia. Por lo tanto, hacer el amor hoy, debe ser diferente al pasado, de la misma manera que vivimos un proceso de modernización que nos lleva a una sociedad distinta. Tan sencillo como esto. El servicio sexual es una manera de hacer el amor segura, cómoda, placentera y científicamente gozado.” Francisco Gómezjara, 1992.
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