Alto a los feminicidios de trabajadoras sexuales de la Ciudad de México
Por Jaime Montejo de la Agencia de Noticias independiente Noti-Calle, CDMX, 16 de diciembre de 2016.
A los feminicidios de trabajadoras sexuales de la Ciudad de México que laboran en la Merced, San Pablo, Puente de Alvarado, y calzada de Tlalpan, entre otros puntos de encuentro, se suman dos casos más Alma Josefina y Valeria de 24 y 29 años, respectivamente.
Hay trabajadoras sexuales que piensan que estos asesinatos misóginos podrían ser parte de una campaña de odio que busca que sus compañeras desalojen las calles donde laboran.
Crímenes de odio que han quedado impunes y que siembran el terror entre las trabajadoras sexuales de la vía pública, algunas de ellas acreditadas como trabajadoras no asalariadas.
El artículo 148 Bis del Código Penal del Distrito Federal, establece que “comete el delito de feminicidio quien, por razones de género, prive de la vida a una mujer”, si están presentes los siguientes supuestos:
“I. La víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;
II. A la víctima se le hayan infligido lesiones infamantes, degradantes o mutilaciones, previas o posteriores a la privación de la vida;
III. Existan datos que establezcan que se han cometido amenazas, acoso, violencia o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima;
IV. El cuerpo de la víctima sea expuesto, depositado o arrojado en un lugar público; o
V. La víctima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a su fallecimiento.”
En los casos de Alma Josefina y Valeria, las víctimas presentan signos de violencia sexual, se les inflingió lesiones degradantes como arrancarle el rostro a una de ella, situación que niega la Procuraduría capitalina, sus restos fueron tirados en lotes baldíos y fueron incomunicadas.
Compañeras de las hoy difuntas, señalan que no tienen elementos para establecer si fueron acosadas antes de perder la vida.
Antes de estos dos feminicidios, hay por lo menos 5 más donde el extremo de violencia que incluyó arrancarles los rostros, estuvo presente.
Se desconoce si estos crímenes de odio, corresponden a una lucha de grupos del crimen organizado por controlar diferentes zonas de comercio sexual.
Estos crímenes son posibles gracias a la falta de certeza y seguridad jurídica que adolecen las trabajadoras sexuales en la ciudad de México y en todo el país.
Estas trabajadoras sexuales asesinadas con extrema saña, no pudieron ser protegidas por la nueva Constitución de la Ciudad de México, ya que pudo más la hipocresía, la sinrazón religiosa, la represión sexual y los intereses económicos de la industria del rescate de víctimas de trata de personas y de la industria de la fe en sus acepciones católicas, evangélica y cristiana.
Recuento de los hechos:
El jueves 8 de diciembre a la una de la mañana, un hombre de 3 que venían a bordo, se bajó de un vehículo Dodge Stratus color azul o gris oscuro, sube a una de las dos trabajadoras sexuales y la otra que era una mujer muy prevenida, parece que fue obligada a subir a dicho automóvil.
Ellas se encontraban paradas en la esquina que hace la calzada de Tlalpan y Segovia.
No se trata de chicas conflictivas. Ellas tenían muchas precauciones y no se subían a coches de personas extrañas.
Sus compañeras les llamaron varias veces a sus celulares y no contestaron sus llamadas y entonces empezaron a buscaron en los hoteles del rumbo, donde preguntaron por ellas con fotografías.
Posteriormente contactaron a sus respectivas familias y pusieron la denuncia en las oficinas de la procuraduría capitalina ubicadas en la Benito Juárez.
Cabe señalar que sus familiares no sabían a qué se dedicaban ellas.
Una de las víctimas de feminicidio, apareció el domingo 11 y la otra, el martes 13 de diciembre de este año.
A una de las víctimas sus asesinos le cortaron un dedo y a la otra un pedazo de mano.
Una de las trabajadoras sexuales que se acercó a la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, “Elisa Martínez”, A.C., denunció que porqué los policía nunca les prestan seguridad y porqué siempre extorsionan a los clientes, sin importarles lo que les pasa a sus compañeras.
Otras mujeres se quejan de que policías ministeriales anden preguntando por la persona que “representa” dicho punto de encuentro de donde fueron levantadas las dos mujeres hoy occisas y no buscando a los agresores.
Todas las declarantes, temen por sus vidas y la de sus compañeras que no cuentan con ningún tipo de protección por parte de la autoridad.
Brigada Callejera exige el esclarecimiento de esos crímenes, que no se acuse a personas inocentes para salir del paso en las investigaciones ministeriales y que se legisle una ley secundaria sobre trabajo sexual en la Ciudad de México, que permita ir construyendo la seguridad y certeza jurídica que actualmente no tiene este sector de trabajadoras no asalariadas.
Cabe señalar que ninguna de las dos mujeres era víctima de trata ni de explotación sexual.
Brigada Callejera es una organización con más de 25 años de defensa de derechos humanos laborales de trabajadoras sexuales y derechos humanos de víctimas y sobrevivientes de trata de personas.
Brigada Callejera forma parte de la Alianza Global contra la Trata de Mujeres, the Global Alliance Against Traffic in Women, GAATW.
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