Prostitutas y periodistas
Jennifer González Covarrubias
Paloma Paz se coloca una peluca negra y tacones rosas antes de salir a una esquina de Ciudad de México a ejercer como trabajadora sexual. Frente al espejo habla con entusiasmo de su actividad paralela: el periodismo, que le permite "denunciar injusticias".
Comenzó a escribir notas durante la pandemia, al atestiguar cómo muchas de sus compañeras que vivían en hoteles fueron echadas a la calle. Se sumó así a una veintena de mujeres que alternan el trabajo sexual con el periodismo.